Anda la oposición en el paisito revuelta con el ejecutivo al que acusa de manipular las muestras de exámenes para el informe PISA (mide la calidad de la educación en la OCDE y otros países).
Tanto alardear de resultados grandiosos en el informe PISA 2006, y puede que no se hayan leído el artículo que posteaba José Luis Ruiz, o que, igual que el anuncio antiguo no se hayan percatado de que un poco es mucho y nuestros mandamases se han pasado, pues si es cierto que sólo el 15% de la muestra era en euskera, poco bueno nos dice de los dirigentes, cuando además están tan ocupados en imponernos un currículo vasco con otros objetivos bien distintos.
Triste que no se avergüencen los dirigentes de educación. Educación no hay porque suponérsela sabiendo como actúan, pero algo de vergüenza les debiera quedar.
Que para subir una milésima en el informe Pisa sean capaces de renunciar a sus principios sacrosantos, poco bueno dice de esos señores.
Se cargan la inmersión por unas milésimas y no sólo eso, luego miran para otro lado y nos venden lo bien que va la cosa de la educación, sin advertirnos que es la educación en la lengua materna lo que va bien, igual que ha ido siempre.
Esperemos que esa polémica política de la que da cuenta hoy El Correo tenga buenas consecuencias para la educación que tanta falta hace.
País
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