sábado, noviembre 24, 2012

Diálogos

Kepa Aulestia escribe un artículo en El Correo que creo muy interesante. Habla sobre el diálogo de los vascos y se le entiende todo.

Como muestra les copio este ejemplo que ya quise traer el día de la noticia pero que luego no le encontré forma, Kepa lo hace muy bien:

El presidente del Athletic, Josu Urrutia, en un acto de indudable responsabilidad, dialogó con la UEFA para evitar que el equipo tuviera que volar a Israel el mismo día en que un atentado terrorista dirigido contra un autobús hería a veinte personas en Tel Aviv. Los jugadores debieron sentirse aliviados al eludir la doble gesta de realizar el viaje en pleno fragor entre bombas y cohetes con el más que incierto propósito de lograr la clasificación para la siguiente fase batiéndose con el Kiryat Shmona FC en la ciudad norteña de Haifa. Pero el episodio invitaba a recordar las innumerables veces que deportistas de otros lugares viajaron a Euskadi para disputar partidos de fútbol o competiciones de cualquier otra especialidad durante los peores años del terrorismo etarra sin que nadie recurriera a instancias internacionales para suspender un encuentro.
En este caso es de suponer que los expedicionarios no temían las incursiones israelíes sobre suelo palestino sino las réplicas de Hamas, por aire o por tierra, contra Israel. Un elocuente silencio ha acompañado al episodio, lleno de sobreentendidos, gracias a la inocencia que salva siempre al ‘once contra once’. Se ha hablado de «tiros» y de «conflicto», y por momentos parecía un relato de nuestra existencia pasada. Pero nadie ha osado calificar la naturaleza del riesgo que debía evitar el Athletic. Forma parte de las reservas mentales con las que se dialoga en este país nuestro, tan renuente a dialogar consigo mismo.

Les dejo aquí el enlace donde pueden leer el artículo completo en la página de la Fundación para la libertad.


martes, noviembre 13, 2012

Sangre, votos, manifestaciones:


Con el subtítulo de ETA y el nacionalismo vasco radical 1958-2011 escriben los jóvenes historiadores vascos Gaizka Fernández Soldevilla y Raúl López Romo un libro (Editorial Tecnos) necesario, yo diría que único en su categoría (la historia de ETA desde la rigurosidad académica) e imprescindible sobre los largos cincuenta años de existencia de ETA y el entorno que la hizo posible.

En el título está perfectamente condensado lo que pasó durante ese tiempo en el paraisito que muchos creen que es este pequeño país vasco. Se ha combinado a la perfección la sangre de los atentados (nada menos que 858 asesinatos de ETA) con la usurpación del sistema democrático los votos y la movilización constante para impedir el establecimiento de una sociedad normal, las manifestaciones.

Copio de la contraportada: Sangre, votos, manifestaciones versa sobre una cuestión tan candente como polémica: el pasado reciente de ETA y su entramado civil, la autodenominada izquierda abertzale. Desde los años sesenta a nuestros días esta organización terrorista ha condicionado dramáticamente la vida política, social y económica de España en general y del País Vasco en particular. Sin embardo todavía hay aspectos de la historia del nacionalismo radical que resultan desconocidos para la ciudadanía o han sido tergiversados intencionadamente, de modo especial los referidos a la etapa del tardofranquismo y la Transición. Durante esos cruciales años ETA y su entorno sociológico adoptaron la triple estrategia en pro de la independencia de Euskadi que los ha caracterizado y que da título a la presente obra: sangre (el terrorismo de la banda), votos (los candidatos de HB, su brazo electoral, que se presentaban a los sucesivos comicios para dejar luego vacíos los escaños que obtenían) y manifestaciones (las movilizaciones sociales, que acabaron adueñándose de las calles del País Vasco). La presente obra relata cómo se ha construido dicha comunidad incivil, cuáles han sido sus resortes discursivos y movilizadores, y responde al interrogante de por qué ha prendido la violencia en la Euskadi de las últimas décadas.

Se trata de un libro que además de contar con una  amplísima bibliografía de referencia y documentados anexos, 63 de sus 403 páginas se dedican a ello, se lee “de un tirón”.

Copio el último párrafo que me parece importante y da idea de cómo está la cosa

Actualmente la izquierda abertzale acude, como antes de su ilegalización, a las elecciones, pero no deja vacíos los escaños que obtiene. Sigue convocando rutinariamente movilizaciones, pero en ellas ya no clama por la continuación de la violencia ni se considera que la calle es, frente a las instituciones, el ámbito privilegiado donde hacer política. Y ha renunciado al empleo del terrorismo, propugnando medios exclusivamente pacíficos. Es cierto que en los últimos años, ETA ha declarado treguas que calificó como permanentes o indefinidas y que, sin embargo, terminaron con nuevos asesinatos. Conviene por tanto, guardar cautela. La izquierda abertzale no renuncia (ni tiene por qué) a sus objetivos de siempre: la independencia de Euskadi y el socialismo. El problema es que las huellas del fanatismo no se borran de la noche a la mañana: todavía muchos siguen viendo esas metas como una verdad absoluta.  Por tanto, que los etarras dejen de apretar el gatillo no lo cambia todo inmediatamente. Pero la relación con ETA ha sido el elemento más diferenciador de ese sector sociopolítico. De modo que, en caso de confirmarse el abandono de la violencia, estaríamos ante una transformación fundamental en una de las grandes culturas políticas de la Euskadi contemporánea. No asistiríamos al final del nacionalismo vasco radical, pero sí al de una forma de abertzalismo subordinado a ETA, que durante las últimas décadas ha venido conjugando sangre, votos y manifestaciones como sus principales formas de acción y señas de identidad.

Todo podía haber sido diferente.

No dejen pasar la ocasión de leerlo.

martes, noviembre 06, 2012

Con Cataluña, con España

Los abajo firmantes, preocupados por los últimos acontecimientos que se han producido en la vida política de Cataluña, queremos expresar nuestra opinión sobre algunos de los problemas que estos hechos ponen de relieve.
1.-Queremos dejar patente nuestra lealtad a la Constitución de 1978, pieza clave en la construcción de nuestra democracia, uno de los hechos políticos más felices de nuestra reciente historia. Su vigencia a lo largo de los últimos 34 años ha constituido y constituye la garantía del periodo más largo de convivencia demo- crática que nos hemos dado los españoles.
2.-Como herederos de las tradiciones liberal y socialdemócrata de las que procede- mos, queremos reivindicar el Estado y la nación españoles, obra del pasado, el presente y el futuro de un pueblo que quiere permanecer unido en defensa de la libertad, la igualdad, el pluralismo político y el progreso económico.
3.-Consideramos que Cataluña se ha hecho acreedora de la estima y la solidaridad del resto de España. Nadie debe olvidar su importante contribución al proceso de modernización de nuestro país y su acogida a miles de trabajadores de otros lugares de España. De análoga manera es preciso recordar la aportación de estos al crecimiento y al desarrollo de la economía y a la modernización de la sociedad catalana. Por todo ello, no estamos dispuestos a que un muro de incomprensión y agravios inventados pueda ser levantado dentro de la sociedad catalana, y entre la sociedad catalana y los ciudadanos del resto de España.
4.-Queremos llamar la atención sobre el riesgo de fractura a que pudieran conducir actitudes irresponsables en medio de las dificultades por las que atraviesa la vida española. Lejos de enfrentarnos a la crisis de forma desunida, pensamos que es el momento de movilizar los recursos de la nación y buscar el acuerdo de todas las fuerzas políticas y sociales para salir del preocupante trance en que nos encontramos en España y en Europa .
5.-Llamamos a respetar los cauces democráticos en todo intento de solución que se plantee para resolver los actuales problemas políticos: la observancia y el acatamiento de las leyes, el cuidado de la convivencia y el respeto a los procedimientos previstos en el ordenamiento jurídico. No estamos dispuestos a asistir al fracaso de un orden democrático en el intento de abordar la solución a problemas que solamente pueden verse agravados con el recurso a traumáticos expedientes de ruptura.
Terminamos haciendo apelación a la cordura, la responsabilidad y la prudencia como actitudes indispensables para hacer frente al reto que algunos pretenden plantear a la sociedad española, manifestando nuestra confianza en el marco constitucional y en el Estado de Derecho como terreno idóneo para la búsqueda de soluciones sobre el futuro de España.