Al leer esos dos titulares, se le queda a uno la piel de gallina, cómo puede ser que dos niños de 18 y 19 años anden con una potente bomba, así por la calle, buscando una buena inmobiliaria.
Qué es lo que lleva a esas criaturas imberbes a decidir poner una bomba en la madrugada?.
El otro ya no tiene más importancia que el buscar la cara de José Luis Carod para ver que cuenta ahora, que su Catalonia deja de ser isla.
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