martes, diciembre 11, 2007

Libertad lingüística

Con la excusa navideña, el alcalde de Sopelana nos desea a los vecinos Felicidad con mayúsculas en estas fiestas, que no debe incluir, la paz en nuestros pueblos y la salud en nuestras casas, y además que el eusquera se presente en nuestras calles.

El alcalde nos dice cómo debemos hablar en la calle, parece que de momento no se mete en lo que hablamos en la intimidad del hogar.

Pero como tiene vocación de gran hermano y de salvador, seguro que nos intenta también espiar ahí.

Hace falta ser desvergonzado por mandar esa felicitación incluyendo la campaña nacionalista en un christmas municipal.

No pide que se le cuide, que se use, que se le ame no, sólo pide que se use en la calle, como pancarta, para marcar paquete. Pero hombre de dios, si la gente ya lo usa, lo que pasa es que lo usa cuando le hace falte, como todo, nadie va por la calle hablando sólo ni en euskera ni en chino mandarín, la gente habla cuando quiere y de la forma que mejor le sirve para comunicarse.

No les basta a estos insaciables totalitarios con imponer el euskera para trabajar en el paisito, sino que ahora no podremos salir ni a la calle sin él.

Ya crearon su servicio de euskerización en el comercio, al más puro estilo catalán con los butigers. Pequeño dejan estos al general superlativo en cuanto les dan vara.

Estos nacionalistas funcionan así, salvo claro está cuando han de prevalecer otros intereses superiores. En ese caso se da orden de que los estudiantes del modelo D hagan las pruebas en el modelo A para ganar unas milésimas en el informe PISA.

Es cierto que hay apóstoles del euskera que cuando perciben que alguien les puede oír pasan del castellano al esukera para eso, para el apostolado, pero la gente común usamos el lenguaje, todos los lenguajes, que todos son iguales y hechos de símbolos para transmitir ideas, para comunicarnos, no para evangelizar a los paganos del euskera.

El falso estilo kitsch de la postal navideña, con el carbonero haciendo surf, no tiene desperdicio, y da una imagen perfecta de cómo nos trata nuestro ayuntamiento.

Nos mete al carbonero en la navidad, cuando la inmensa inmensidad de los paganos celebramos la adoración de los reyes o Papa Noel.

Justo el día que recibo anónimamente la felicitación-imposición del Sr. Alcalde, me invita personalmente gente lúcida del paisito a participar en actividades que está promoviendo para reivindicar la libertad lingüística.

Que nadie nos imponga lo que hemos de decir ni en que idioma decirlo, que ya somos mayorcitos, Don Imanol, para saber en que idioma nos conviene expresarnos. Bastante tenemos con mantenerle a Vd. en el puesto después del ridículo electoral como para aguantarle además impertinencias semejantes.

Hable Vd. como quiera en su casa señor mío, pero le ruego que cuando se dirija a mí en calidad de mi alcalde tenga la educación de hacerlo en lengua franca, que para eso le mantengo.

País

Pie de fotos. compárese el falso estilo de la postal con el autentico portal navideño.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

No tenemos otra cosa que adorar los vascos a Papa Noel. Aquí los regalos y el cariño son del Olentzero. Díme 10 niños de Sopelana que en vez de pedir sus presentes al Olentzero se los piden a Papa Noel y no pensaré que estás en otra realidad.
El Olentzero no es una imposición, es cultura, amigo Rubín.

Rubín de Cendoya dijo...

Como te supongo un anónimo nuevo, me permito responderte por única vez.

Acepto el reto de los niños, nos damos una vuelta por el pueblo y contamos los papa-noeles escaladores y los carboneros en idéntica actitud; no te quiero hacer contar los reyes magos que caminan ya hacia cada portal porque habríamos de meternos en las casas. De todos modos el tema era otro bien distinto.

Salud