martes, julio 10, 2007

Su crisis y su partido

Bajo el título general de “Mi partido y su crisis”, lleva publicadas 4 entradas en su blog Ricardo Ibarra. Dada su experiencia política no puede estar esperando resolver la crisis desde la Web, por lo que otra cosa deberá estar buscando.

A su exposición de ayer le puse un comentario que no consideró oportuno publicar, por lo que lo haré aquí para que quede constancia.

Comenzaba recordándole lo dicho, que las crisis internas no se solucionan desde los blogs y que le dirán aquello que dicen siempre los que tienen la sartén por el mango: “los trapos sucios se lavan en casa”. Le decía más, que su reclamación de democracia interna en el PNV es idéntica al programa de Ciudadanos para la regeneración democrática del país, por lo que se demuestra lo acertado de estas plataformas, máxime cuando un ex dirigente de un partido, en el nivel local, se queja de la falta de participación y de decisión interna.

Por eso mismo, y por un poquito más, se ha formado la plataforma de Ciudadanos en Cataluña y está en formación otra en toda España. Justo la necesaria e imprescindible regeneración democrática, por la que ya clamaron nuestros mayores a primeros del siglo XX.

Tengo otro motivo de queja. Desde hace tiempo publica en su blog la relación de entradas de lo que llama, la blogosfera de Sopelana, en la que quedamos tres y la oficina de prensa de EA.

En esa relación no apareció mi exposición de ayer en memoria de Miguel Ángel Blanco en el décimo aniversario de su secuestro. Criticaba en ella las explicaciones que está publicando Iñaki Anasagasti del desarrollo de aquellas tristes jornadas.

Ricardo entendió que no se le puede tocar a los suyos, yo estoy en situación de admitir todas las réplicas, pero no creo que el intentar acallar las opiniones contrarias sea el camino correcto para nada.

La crisis de Ricardo es que publica unas normas para los blogs, que él considera los “sagrados mandamientos” y luego no los cumple. Ahí no pone que haya que defender obligatoriamente el legado de Sabino Arana.

Salud

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