Según publica hoy El País, eso pretende el frustrado candidato socialista a presidir la diputación de Álava Juan Carlos Prieto.
Asegura que le faltó generosidad al PP, siempre ha de ser la culpa del PP, para votarle a cambio de nada.
¿De dónde se saca ese derecho inmanente a gobernar en Álava sin tener los suficientes votos y sin acordar con quien los tiene, el que se los ceda?
Ahí está el resultado, el nacionalismo más radical gobernando en Álava donde ha sido la tercera fuerza política. Hasta aquí las calamidades históricas, pero Juan Carlos Prieto nos anuncia más, pronostica amplios acuerdos con el PNV y suelta la frasecita del título: “superar trincheras”.
En lenguaje común y corriente, el que entendemos todos, no el alambicado y creativo de Jonan Fernández, “cambiar de bando”, pasarse con armas y bagajes al nacionalismo en Álava.
Dice también el portavoz socialista que no contempla dimitir. Habrá que echarle pues, ya que no hay nada más alejado de la línea política del PSE en Álava, que lo que está haciendo este Sr.
País
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