El hendakari de todos y todas las vascas y de todas y todos los vascos, se cree como la gallina clueca que abriga al polluelo de Madrazo, pero a veces se pone gallo y le amenaza con echarle de la nidada y le advierte que fuera del abrigo de su cubil hace mucho viento y mucho frío.
Impagable el Lehendakari para las metáforas ¿o serán parábolas? Mas algo debe de haber de cierto, ya que, no hay otra explicación para la serie de regalos con los que el PSE está haciendo méritos para su inclusión en el regazo del próximo gobierno. (Diputación de Álava ahora y ya antes el Ayuntamiento de Algorta y otros). Siguen errando los socialistas, pues a los matones no se les calma bailándoles el agua, sino afeándoles la conducta.
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