Tal es subtítulo que José Mª. Ruiz Sora le pone a sus Seis tesis sobre el derecho a decidir, editada por Ciudadanía y Libertad, a la venta, por lo menos, en Librería Cámara de Bilbao al módico precio de 4,30€, por lo que no merece la pena leerla en la pantalla o imprimir los escasos 30 folios que ocupa.
Para hacer boca a los más perezosos les copio un párrafo de la entradilla y parte de la Tesis cuarta.
Justifica de este modo José Mª Ruiz Soroa el subtítulo.
El género literario del panfleto no se lleva mucho hoy en día, por lo menos en forma confesa. Bien es verdad que gran número de los escritos que circulan entre nosotros, sean breves artículos de prensa o prolongados libros, merecen sin lugar a dudas el calificativo peyorativo de panfletarios, pero rara es la publicación que asume sin rubor el título de panfleto. Lo cual no deja de ser sorprendente, pues un panfleto no es, según el DRAE, sino un “opúsculo de carácter agresivo”, o, lo que es lo mismo, una obrita corta sobre una materia determinada concebida y redactada con un ánimo dialéctico y combativo. No es rasgo esencial del panfleto por el contrario el tono desabrido o la carencia de raciocinio en la exposición de las ideas, que es precisamente lo que caracteriza a tanta literatura sobre temas vascos contemporáneos.
Las tesis desarrolladas el opúsculo son: Sobre el qué; (En democracia no exise un derecho irrestricto a la libre decisión) Sobre el quién; (No hay vía democrática para conformar los sujetos de las decisiones colectivas) Sobre el nombre de la cosa; (de lo que realmente hablamos es de un proceso de secesión); Sobre el para qué; (una vasconia independiente sería altamente inestable) Sobre el tampoco para esto; (las partes no pueden decidir ellas solas cómo se integran en el todo) y una coda final, Sobre otras decisiones del espíritu.
Dice en la tesis sobre el para qué, partiendo de la premisa de que ya se ha votado y decidido “ser libres”, además España y Francia no ponen pegas para que entremos en la CE. .... El gran fetiche estaría cumplido y, sin embargo, como es bastante obvio, como sociedad seguiríamos siendo como somos. Más aún, es de temer que el proceso de secesión y el referéndum celebrado hubieran tensionado aún más a los ciudadanos y que la polarización en el eje nacionalismo/no nacionalismo hubiera aumentado. Pero incluso si así no fuera, lo que es evidente es que la sociedad sería igual de plural en sus sentimientos nacionales como lo es ahora. Dicho de otra forma, existiría una amplia minoría nacional española. Y es que, como tantas veces ha subrayado la doctrina, la secesión no es una varita mágica que resuelve las contradicciones de una sociedad, sino que se limita a invertir las posiciones previas de mayorías y minorías: los que eran minoría nacional en el Estado amplio, ahora son mayoría en el Estado pequeño nuevo (Juan José Linz) Con lo que, si la lógica no me engaña, ese día tendremos dos cambios substanciales; al lector podrá parecerle que sólo hay uno, el de la inversión del orden de importancia mayoría/minoría, pero hay también otro, que además revelará una gran importancia como pronto veremos, el de la disminución del tamaño del Estado en cuestión.
Primer aspecto, es decir, la pluralidad nacional de la sociedad vasca. Predicción: la cuestión se volverá más conflictiva de lo que antes ya era ¿Por qué razón? Por una bastante sencilla, porque la mayoría gobernante será la nacionalista, y no dejará de ser nacionalista por el hecho de haber llegado a materializar su deseo de independencia. Habrá satisfecho su apetito de state building, pero seguirá deseando, probablemente aún con más fuerza, construir una nación (nation building). Disponiendo del poder público soberano, y disponiendo de una mayoría democrática, acentuará las políticas culturales dirigidas a homogeneizar a los ciudadanos en un modelo de vasquidad predefinido. ¿Para qué serviría la estatalidad recién conseguida si no es para librarnos de las limitaciones impuestas por Madrid?. La experiencia histórica demuestra que los nuevos Estados producto de una secesión de origen nacional tienden a acentuar las políticas de renacionalización de sus súbditos (véase hoy mismo el caso de Letonia y su trato hacia los que llama “aliens”). Dicho de otra forma, tienen severas dificultades para admitir su carácter constitutivamente plural y son, en el sentido político del término, nacionalismos intransigentes.
Salud
Pos data: Hoy se está juzgando precisamente en Letonia a ciudadanos españoles y del resto de Europa por no santificar debidamente la bandera, es a eso a lo que creo que se refiere el autor en el párrafo anterior
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