martes, noviembre 20, 2007

Estadistas, estadísticos, estéticos

No pongo también éticos por no mentir más.

Cuando carecemos de estadistas nos surgen los estadísticos poco estéticos y sin ética, que no se sonrojan al contarnos que ponen a fulanito por Cádiz o a menganito por Ávila ya que según las estadísticas con unos quinientos votos se gana un escaño.

En eso valoran a fulanito. Quinientos abstencionistas que lleva a votar o, mejor, que cambian el voto respecto a la vez anterior. Quinientos en toda la provincia; meritoria labor para un prócer.

No tienen los muñidores de las listas de los partidos ni la estética para vender esa componenda, prefieren hacerlo así, a la cara, por derecho. Los votantes son tontos, les ponemos una foto y se van tras ella.

Ahí falla la ética de nuestros políticos. Se piensan poseedores del poder, cuando no pasan de ser meros administradores que no pueden defraudar al verdadero poseedor que representan.

Pero ellos abusan a destajo.

Las leyes y las normas al servicio de sus deseos. Son los hombres ricos que refleja Constant: Les individus pauvres font eux-mêmes leurs affaires : les hommes riches prennent des intendants. Citado por Andrés de Francisco en Ciudadanía y Democracia 10 pág. 119.

En la democracia somos todos hombres, ciudadanos, no hay individuos pobres, por lo que nuestros intendentes o representantes no pueden sino hacer nuestra voluntad.

El cachondeo de pongo a este porque me gana quinientos votos, debiera estar proscrito.

Con partidos democráticos serían los afiliados los que debieran decidir quienes proponen para que les representen.

Hago votos porque mil “ciudadanos-hombre” le dejen de votar por pretender tomarles por idiotas. (*)

Salud

(*) Idiota en el sentido actual y en el sentido en que los griegos denominaban al que vivía en la “idioteia”, en la privacidad sin preocuparse de los asuntos públicos.

No hay comentarios: