Con el subtítulo de Crónica de amor y de guerra narra Albert Boadella, en una especie de autobiografía, sus luchas con el nacionalismo intransigente, que no admite jamás que alguien piense por su cuenta y lo cuente con éxito.
Al final reconoce que quizás haya perdido la guerra, pero gracias al amor y también a las grandes batallas, la sensación no es, ni mucho menos de un fracaso, si bien a este lector le queda un amargor porque la historia haya resuelto que lo más lúcido deba cesar y que lo más chabacano se imponga.
Un libro de muy fácil lectura que recomiendo encarecidamente a los amantes de la libertad y el pluralismo, los que no tragan con el nacionalismo obligatorio aquí o allá.
Copio a continuación algunas frases que me parecen reseñables.
Hablando sobre los toros y los antitaurinos escribe: El proteccionismo malsano a lo Walt Disney que planea actualmente sobre los animales delata la enorme ignorancia que el mundo urbano despliega ante la naturaleza, pues se empeña en adjudicarle su propia moral y, lo que es aún peor, su propia conciencia. Naturalmente, desde una óptica tan desatinada, cualquier acción natural del hombre sobre los animales podría ser comparada con el Holocausto.
Sobre la sensación ale visitar ciudades o monumentos: El turismo empieza a convertirse en una de las mayores catástrofes naturales de la humanidad. Pronto habrá que organizar una especie de Greenpeace para defenderse de plagas tan nocivas.
Está editado por Espasa en su colección Ensayo y ha sido dotado con su premio de 2007.
Salud
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