jueves, noviembre 22, 2007

Juanjo el empecinado

Ibarreche se empecina en el error.

Le absolverán, o no, los jueces, mas el insistir desde el estado en hablar con una organización que el propio estado declaró inexistente (disuelta) tiene muy mal pronóstico.

El verá, pero tengo para mí que se lo debiera mirar.

No es un hombre de palabra, dicho lo que dijo, otro en su lugar se encaminaría a la prisión de Martutene para proseguir el dichoso dialogo con los presos del partido extinto, pero nuestro presidente es más de buenas razones que de amores.

Quiere que declaren en el juicio que le espera (buena ocasión para proseguir el diálogo a tres bandas en el banquillo) desde el presidente del “gobierno de españa” hasta José Maria Aznar y sus ministros. Todo un puntazo presidente, si no fuera que a Vd. y a otros de los ocho les juzgan por facilitar la consumación de un delito, cual parece el facilitar que los ex de Batasuna mantengan la actividad prohibida.

En eso no le va a servir Mayor Oreja, que cuando aquella estaba la ley sin promulgar.

País

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