Como viene siendo habitual, las votaciones en Francia no suelen ser del agrado de nuestros "progres de salón", pero hay una realidad que es terca y abrumadora. Han votado más del 85% de los galos y se pusieron de acuerdo más de 53 de cada 100 en que les convenía Sarkozy.
Ante eso sólo queda decir chapeau y esperar a que las fuerzas de izquierda articulen una oposición que les lleve a contar con el favor de más ciudadanos en la próxima ocasión.
Era una ilusión el ver a una mujer en El Elíseo, pero eso no se improvisa y menos en la patria de la revolución, que llevan siendo prudentes muchos años.
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