lunes, mayo 07, 2007

EDUCACION ESCUELA Y CIUDADANIA (y II)

Quiero en esta segunda entrega sobre el artículo publicado en el número de Abril de la revista Claves de Razón Práctica por Alfonso Ruiz Miguel catedrático de Filosofía del Derecho en la UAM, resumir la mayor parte del mismo, seguro que no lo conseguiré, pero reitero la disposición a enviar en formato pdf el texto a quien lo solicite.

Cree que debe ser desde la escuela dónde se intente romper ese círculo vicioso de la educación para la ciudadanía, aunque sin garantías. Enumera luego los problemas que se presentarán como se presentan ante cualquier cambio e intenta desmontar los que ya se han presentado en público basándose en las tres categorías de objeciones de oposición a las reformas: perversidad, futilidad y riesgo, desarrolladas por Hirschman.

Referente al riesgo copio el último párrafo: “Pero, a decir verdad, lejos de los miedos conservador y liberal ante el estado adoctrinante, me parece que los mayores obstáculos para el pluralismo, mucho más probable y practicable en la enseñanza pública, se encuentran en la enseñanza privada, sometida como está al control del profesorado por el ideario del centro. Si acaso, tanto en la enseñanza pública como en la privada, debo reconocer que otro riesgo digno de preocupación en algunas de nuestras comunidades autónomas es un adoctrinamiento militantemente nacionalista y, por tanto, excluyente del mínimo pluralismo exigible, que tendría poco de educación genuinamente ciudadana. Quizá vayan por ahí algunos de los temores conservadores hacia la enseñanza de la Educación para la ciudadanía. Con todo, el nacionalismo absorbente y excluyente es una enfermedad anterior, incluso vieja, y transmisible de muchos modos y materias. ¿Que se puede agravar mediante la nueva materia? Podría ser, pero también un enfoque abierto e ilustrado de ella podría contribuir a ir curándola, si es que por ventura tiene cura.”

Enumera además otras dos amenazas como pueden ser “La neutralidad liberal” y la “Objeción de conciencia”, dice de esta última que aplicando el Art. 27 CE se debería retirar la autorización administrativa al centro que alegue tal cosa.

Una vez analizada la necesidad de la asignatura y rebatidos los problemas que puede provocar pasa a presentar lo que a su entender debieran ser los contenidos. Recurre a los griegos para justificar la necesidad y la igualdad de la educación y la instrucción. Estructura los contenidos en tres bloques diferenciados, pero no desconectados entre sí: Valores, Instituciones y Problemas Específicos. Dado que los dos primeros son claros, copio unos ejemplos de los que cita como problemas específicos y que plantea para la enseñanza secundaria, tales como: las razones a favor y en contra del aborto; la acción afirmativa en la educación pública; la justicia del sistema fiscal; en qué consiste la objeción de conciencia; los problemas de las minorías raciales, lingüísticas, culturales, de orientación sexual; los derechos de la mujer, con especial dedicación a los problemas de la violencia de género, y un largo etcétera.

En fin un buen artículo sobre algo trascendente y de actualidad en la educación de este país, y que no debiera dejar a nadie fuera del necesario debate para conformar una educación y una enseñanza más amigables y eficaces.

Copio el párrafo final: “Comencé afirmando que no me parece fácil para la escuela lograr lo que se propone. Y proponerse una ciudadanía bien educada hace todavía más difícil el logro. Se diría que Oscar Wilde pensaba en algo así cuando formuló una de sus geniales humoradas: “salvo cuando es superflua, la educación es inútil”. Pero, aun con menos ingenio, no me parece impertinente dar la vuelta a esa opinión: la utilidad de una buena educación consiste en que se convierta en superflua. Y el verdadero reto de la nueva enseñanza de Educación para la ciudadanía es estar a la altura de ese difícil objetivo”

Salud

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