Con ese título publica Cuadernos de Alzate en su nº 37 un análisis político de lo que está pasando con el nacionalismo vasco firmado por Andoni Unzalu Garaigordobil.
Comienza examinado la consecución de la hegemonía nacionalista en la segunda mitad de los años setenta, y el estancamiento y descenso electoral desde 1980 hasta hoy.
El PNV ha representado el papel del padre que vela por el bien de los vascos y no tiene oposición alguna a su diseño nacional hasta bien entrados los años noventa.
Cuando se estanca el crecimiento surgen dos formas de ver la situación, una que reconoce que los no nacionalistas tienen derecho a la ciudadanía sin necesidad de hacerse nacionalistas, la Euskadi plural que va de Joseba Arregi hasta Imaz y la otra opción ha sido la acumulación de fuerzas, el pensar que se ha sido demasiado condescendiente con los que no quieren ser nacionalistas, y el intento de imponer la construcción nacional desde las instituciones.
Estudia las características de la generación que toma el poder en el PNV hacia el año 2002, concluyendo que se trata de una generación sin experiencia en la lucha por la libertad y la democracia, que además carecen de currículo civil, se presentan como renovadores y llevan más de 20 años de media en cargos públicos, han aprovechado el poder interno para cooptarse en las instituciones.
La apuesta de Pascal nos enseña que si se apuesta por Dios se puede ganar todo si se gana y no se pierde nada al perder. Con este sistema que utilizan todas las autonomías frente al poder común o central han de producirse cuantos más retos mejor, pues se optimizan las posibilidades de ganar mucho. Se trata de reivindicar cada día más ya que si no se consigue una vez se puede obtener cuando el oponente muestre debilidad.
Esto que Ibarretxe lo utiliza frente al estado, también lo está usando frente al partido o más bien frente al aparato vizcaíno.
Ganó frente a Imaz y puede que esté preparando un plan B ganador para pronto, pues conoce perfectamente que no puede negociar con Zapatero ni con quien le sustituya, y no cuenta con suficientes alcaldes para poner las urnas en su prometida consulta.
Finaliza el artículo con la esperanza de que las urnas hagan reaccionar al nacionalismo a la vista de la posible pérdida de un voto moderado que es quien da las mayorías y puede ofrecer el argumento necesario al aparato vizcaíno para reconducir la situación.
Hasta aquí un pobre resumen de un buen artículo, no está de momento disponible en edición digital, pero me permito recomendarles comprar la revista (7€ de nada) en las mejores librerías (Cámara c/Euskalduna Bilbao) y trata el número de Arte y Paz, Literatura y ciudad, y del derecho de autodeterminación; con artículos de Javier Tajadura Tejada, Jon Kortazar, Miren Billelabeitia, Jesús Mari Lazkano, Ur Apalategui y un largo etcétera.
Salud
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