La autoridad competente en Sopelana, nacionalista por supuesto, da muestras de desidia para todo lo que no sea hacerse fotos. A veces ya ni eso, pues en las últimas convocatorias de Gesto por la paz por los tres últimos atentados ya no se presentó autoridad alguna.
Lo que me ocupa hoy es algo muy local y muy mal organizado, además no cuesta dinero. Hay marquesinas en las paradas de autobús, lo que no hay es un simple cartel con la frecuencia, y el destino de los mismos. Somos un pueblo pequeño que presume de modernidades, pero no hemos dejado el aldeanismo reciente.
Qué menos que poner en las paradas del autobús la frecuencia con la que pasa éste y a dónde puede dirigirse; no hace falta una megapantalla que indique los minutos que faltan, basta con un cartelito que diga que el de Arminza con parada en Barrica pasa cada hora sobre las menos cuarto. Y ya es un servicio a los usuarios ocasionales.
Otro caso de “estado natural”, no hacer nada, es el abandono en que se encuentra la acera de la carretera de Casareina en el tramo entre la Ikastola y el Garden Center. La naturaleza en forma de zarzas y demás malas hierbas la han reducido a un sendero de escasos 30 centímetros.
Por ese sendero pasan diariamente un buen número de vecinos paseando y se bajan a la carretera para cruzarse, no me imagino yo cómo es que no se acuerdan, a la ida y a la vuelta, de su alcalde.
Jack es la segunda vez que me lo tiene dicho. Dile al Sr. Alcalde que le ponga remedio a ese desastre. Que arme a algún operario municipal con pala y azadón y haga retornar la naturaleza a su antiguo ser.
Que sirvan para algo los dineros gastados en hacer una acera de un metro con base de hormigón y sin aplacado. Para un pueblo bien nos vale si se mantiene en su estado originario.
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