Con este título Hermann Tersch, un gran periodista reconocido por instituciones como el Consejo de Europa y el Parlamento Europeo que le premiaron con el Europa de Periodismo en 1993, y hoy en día represaliado por la dirección de El País por su posición crítica con la línea editorial en torno al extinto “proceso ilusionante”, presentó en las I encuentros / I. Topaketak: Fundación Fernando Buesa Blanco Fundazioa /Aldaketa-Cambio por Euskadi que se celebraron el 28 de octubre de 2005 en Bilbao bajo el título de El significado político de las víctimas del terrorismo: el valor del Estado de derecho y de la ciudadanía.
Viene recogida en un librito magníficamente editado, una joya, de Gráficas Santamaría. Recoge las ponencias de Joseba Arregi La institucionalización de la memoria de las víctimas, Maite Pagazaurtundua La doble victimación, Hermann Tertsch Las víctimas de ls totalitarismos: la memoria europea, Antonio Elorza Patriotismos de comunidad: la respuesta democrática y Javier Gómez Bermúdez la política y la memoria de las víctimas: el papel de la justicia.
Hermann Tertsch desarrolla desde la guerra de los valcanes anterior a la primera guerra mundial, pasando por ésta y por el holocausto, el estalinismo para hacer referencia a la actual Rusia y de paso al papel de los partidos comunistas, y la victimación del estado de Israel por Irán.
Copio un párrafo, referido a nuestra reciente polémica sobre la memoria, que me parece muy esclarecedor por sus sencillez y la claridad con que nos sitúa ante una realidad de hace más de 30 años y que unos no la vivieron y otros la olvidan demasiado.
Creo que, con esta nueva moda de jovencitos que no han hecho la transición y quieren hoy en día ganar guerras pasadas, se va a lograr con éxito que empecemos a odiarnos un poquito más de lo que nos hemos odiado en los últimos cincuenta años. Lo cual es una triste gracia, porque en 1956 el Partido Comunista lanzó la reconciliación nacional –el año que viene hace exactamente 50 años de esto-. Es como para que produzca escalofríos el hecho de que en este momento haya gente buscando, agitando, haciendo metas políticas a partir de sus disquisiciones sobre la Guerra Civil y posteriores. Y pensar que sólo hay una parte de españa que era buena y que merece ser considerada como base de la democracia actual... “la democracia actual no es el fruto de un gran acuerdo de la Transición, si no que es –digamos- un apaño de transición en sí mismo. O provisional: hasta que venga la justicia absoluta” la que algunos han leído que creen que deben imponernos y yo creo que eso es bastante triste.
Salud
No hay comentarios:
Publicar un comentario