martes, junio 26, 2007

Desbordados

Desde Erikenea, copian un blog también nacionalista y se felicitan entrambos por sus ideas coincidentes. Hasta ahí muy bien, lo que tiene más gracia es que abogan por coaligarse con el PSE-EE-PSOE y a eso lo llaman cauce central.

Fue esa una “fórmula del pasado” como gustan referir los nacionalistas ante todo lo que no les encaja con sus anhelos. En ese pasado desde el socialismo se ayudó, con una inmensa generosidad, a que el PNV mantuviera el gobierno en su época de mayor crisis. Fueron los años de la expulsión de Garaicoetxea, y la legislatura posterior en la que, teniendo más parlamentarios, el PSE-PSOE (no se había producido aún la fusión con la Euskadiko Ezkerra de Mario Onaindia) cometió el mayor error que se puede cometer en política, dejar de formar gobierno pudiendo hacerlo, y le cedió la presidencia al PNV. Desde entonces nunca más alcanzó el socialismo tales resultados.

Lo que proponen es inviable por varias razones, pero quizá la que debiera ponerse en valor es la primera y primordial. El segundo partido no puede pactar con el primero sin renunciar a ganarle y pasar a ser el primero. Hasta donde puedo conocer en el PSE-EE-PSOE esto lo tienen claro, o lo tenían no hace mucho.

Otra razón es la incompatibilidad entre dos proyectos bien distintos; mientras que el nacionalismo parte de unos derechos colectivos aplicados sobre un territorio, el socialismo no debiera tener más fin que hacer valer derechos individuales de los ciudadanos. Frente al “totalismo” del pueblo, la libertad de los ciudadanos para identificarse con lo que quieran.

Define Antonio Elorza (1) el concepto de totalismo como una persecución, que no es sólo una imposición, no es una imposición política, es una imposición horizontal. Narra diversos ejemplos, como el caso de Camboya, de muchos pueblos vascos en que el poder es neutro y permite que se suprima el pluralismo, y finaliza con el caso de Cuba, donde es claramente, aparte del impulso superior de Castro, la sociedad la que persigue al disidente y hace imposible el pluralismo.

No me parece que el socialismo vasco deba llegar a acuerdos con el PNV, creo, y uso palabras antiguas de un dirigente socialista, que “a este partido ya le han pedido demasiado por el bien del gobierno de la nación y con la escusa de el bien común”. Hora es pues de que se forje una alternativa imprescindible a treinta años de régimen nacionalista en el paisito.

De producirse esa coalición, sería el momento para crear una alternativa no nacionalista y de izquierdas en este país, al estilo de Ciudadanos en Cataluña.

(1) Patriotismos de comunidad: la respuesta democrática. Conferencia pronunciada el 25 de Octubre de 2005 en un acto de Aldaketa y la Fundación Fernando Buesa Blanco.

Salud

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