Algo ha pasado en estas elecciones que ganamos todos. Por el modo de respuestas que se están dando se pueden sacar conclusiones de la calidad de algunos dirigentes. Van ejemplos.
IU pierde en Extremadura y dimite la noche electoral, en Bilbao pierde lo mismo y piensa seguir en el machito. Ya sé aquí no es IU sino Aralar, Berdeak y los Madrazo, pero les podía quedar algo de la autocrítica de sus tatarabuelos comunistas.
El PSOE pierde en Madrid y se dimiten unos a otros hasta la victoria final. Tras 40 años de crisis en la FSM (federación socialista madrileña) han llegado al borde del abismo electoral y siguen dando pasos al frente.
El PP ha ganado y además de buscar alianzas con los que eran el mismo demonio hasta la noche del recuento, parece que no todos se creen los resultados y empiezan a cortar cabezas a los que levantan el dedo para apuntarse en la carrera por la sucesión. Maravillosa la simplicidad (o será desesperación) de Gallardón apuntándose a apoyar al jefe queriendo ir segundo en su lista para contar los votos como suyos y quedar bien si ganan o si pierden. La candidez de Rajoy no ha sido tan grande como para no verlo.
El PNV no tiene los resultados que quería y en muchos sitios, coincidiendo en gran medida con sus broncas, obtiene resultados muy malos. No se conoce, a la fecha que todavía no es tarde, la dimisión de nadie, eso sí, según Arzalluz parece ser que correrá la sangre por las navajas.
Salud
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