Carlos Fernández Casadevante Romani (Irún 1956) que es catedrático de Derecho Internacional Público y Relaciones Internacionales de la Universidad Rey Juan Carlos y antes lo fue de la UPV. Publicó hace poco en la editorial DILEX un magnífico libro LA NACIÓN SIN CIUDADANOS: EL DILEMA DEL PAÍS VASCO, que, en poco más de doscientas páginas, condensa de manera amena y fácilmente entendible por los profanos, reflexiones, a la luz del derecho, sobre falacias y medias verdades o simplemente sobre frases huecas con las que el nacionalismo gobernante quiere hacernos comulgar.
Para hacerse una somera idea del contenido, copio parte del índice y el resumen de la contraportada:
I. Que los árboles no impidan ver el bosque: a modo de recordatorio.
II. La pasividad de la Iglesia Local en el País Vasco
III. El más difícil todavía: la construcción de un País Vasco Común.
IV. La trampa del lenguaje como instrumento de seducción
V. La consideración de los Derechos Históricos como fundamento de la soberanía originaria de los vascos.
VI. El derecho de autodeterminación.
VII. Europa como excusa.
VIII. Ni todas las ideas, ni todos los proyectos políticos.
IX. Ciudadanos, no vasallos: derechos y libertades en el País Vasco.
“Después de cuatro décadas de terrorismo y de ausencia de libertades, el País Vasco continúa con su eterno dilema: la imposibilidad de un proyecto incluyente, aglutinador, compartido por todos los vascos, como consecuencia de la opción deliberada del nacionalismo por un País Vasco basado en la etnia –el “pueblo vasco”- y en el derecho de autodeterminación. Es también esta opción la que explica la pasividad con la que el nacionalismo ha abordado la lucha contra el terrorismo y la frialdad que ha caracterizado su actitud frente a las víctimas del terrorismo; frialdad también presente en el seno de la Iglesia local del País Vasco –y en particular en Guipúzcoa- respecto de esas mismas víctimas.
Se sostiene desde el nacionalismo vasco que el acceso a la independencia y la creación de un Estado Vasco son posibles en España a través de la vía de los derechos históricos y que tanto la Unión Europea como el Derecho Internacional ampara su reivindicación relativa al ejercicio del derecho de autodeterminación. Invocan en este sentido ejemplos tan dispares y contradictorios entre sí como los de Timor Oriental, Gibraltar, Andorra, Eslovenia, Eslovaquia, la República Checa, Lituania o Montenegro, entre otros. Sin embargo el examen de la práctica internacional revela precisamente lo contrario: la vigencia del Estado y la inexistencia de un derecho de autodeterminación que ampare secesiones de Estados democráticos, respetuosos de los derechos humanos y del Estado de Derecho. Tampoco el recurso a los derechos históricos amparados en la Constitución de 1978 permite secesión alguna.
En pleno siglo XXI el País Vasco continúa siendo una sociedad fracturada en la que, como han denunciado órganos internacionales, la democracia, la libertad, la igualdad entre los ciudadanos y el disfrute de los derechos fundamentales no existen para aquellos de sus miembros que no son nacionalistas. Otorgada la prioridad al sujeto colectivo -
Dejo para otra ocasión, comentar algún capítulo especialmente relevante.
Salud
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