El famoso PTV dio hoy muestra, y van tantas ya, de que una cosa es la realidad de lo que queremos los vascos trabajadores y los demás vascos, y otra los deseos de eta.
Se puede cuantificar el 100% de actividad en la industria y quizás un poquito de paro en el comercio del rural.
A eso se reduce la capacidad de convocatoria de eta. No han parado ni el 20% de sus propios votantes. He ahí la muestra palpable de por donde va la gente y el camino que intenta marcar eta.
Dicho lo anterior, un repaso a la jornada aquí en el rural a la tarde.
Servicios sanitarios y farmacia 100% de actividad.
Educación todos abiertos menos la ikastola que está integrada en el movimiento de las mismas, otro tentáculo de la hidra nacionalista, de las pocas que no pasaron a la red pública. De haber habido clase sería un caso similar a que abriera la herrico taberna.
El comercio minorista (el único que hay) casi 0% de actividad. Hostelería, a las 8 de la tarde se podían ver dos a media hasta y el resto cerrado total (ya está dicho que esta semana cerraban todos el jueves por descanso semanal, pura casualidad, o quizás no pero el que habitualmente cerraba el lunes esta semana, lo pasó al jueves. Sorpresa en el sector, el “bar-txoki” que no cerraba otros años, bajó la persiana para lucir su PNV – Español. Ni para sí mismos son capaces de borrar una pintada de eta.
El polideportivo abierto y animación, el aula de cultura también abierta.
La poca industria existente trabajando al 100%
Una academia de baile (¿clandestina?) abierta.
En fin, un éxito sorprendente para lo que cabía esperar, le daré otra oportunidad al comercio y a la hostelería de Sopelana, pero también ellos o al menos sus asociaciones gremiales deberán hacerse mayores y por lo menos hacer público que si cierran es bajo la presión del terror, no por su voluntad, porque no es de recibo que un pueblo de doce mil habitantes esté totalmente paralizado porque unos terroristas digan que toca huelga general y revoluzioa.
No es lugar para publicarlo aquí, pero haré correr la voz entre la gente de bien de cuales son los negocios que no cerraron para aumentar el gasto en ellos, a costa de los pusilánimes.
Desde este rincón, y convencido de que no será la última huelga que convocarán, hago un llamado al boicot ciudadano activo contra el comercio que, de forma silente, haga seguidismo de las consignas nazis.
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