De eso habla Michael Ignatieff en su ensayo “EL MAL MENOR” escrito en 2004 reflexiona sobre la respuesta que se puede dar al terrorismo, y cuánto pueden excederse las democracias liberales sin llegar a convertir “el mal menor” en el mayor de los males.
Asegura que las democracias siempre han sobrevivido al terror mientras éste usó armas convencionales. Deja abierta una puerta a la desesperanza al contemplar la posibilidad, bien cierta, de que los terroristas puedan acceder a armas de destrucción masiva, a la par que su terrorismo se acerca al más puro nihilismo.
Un buen ensayo que hasta la fecha sólo conocía de referencias periodísticas. Copio el párrafo final y recomiendo su lectura completa (Taurus – 2005)
Tenemos que ser capaces de defendernos con la fuerza de las armas, pero aún más con la fuerza del razonamiento. Porque las armas, sin razones, se utilizan en vano. Como creo en las razones, como creo que los seres humanos tienen una capacidad excepcional de ser convencidos, cambiados y hasta redimidos por la gente de bien, no me cabe duda de que prevaleceremos
Salud
1 comentario:
Creo que la única manera para vencer el terrorismo es, primero convencernos a nosostros mismos de que la razón está de nuestro lado y mantener firmes nuestras convicciones democráticas, y segundo, utilizar la fuerza de la Ley para conseguirlo.
Saludos.
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