Nuestros padres de la patria, tras tres años de darle vueltas se han puesto 
de acuerdo para tratar de espantar las “gallinas” que 32 años después de la desaparición del general superlativo siguen en algunas fachadas (perdón, frontispicios).
Todo solucionado, se dirán sus señorías, pero tengo para mi que el problema de la larga supervivencia de esas gallinas y demás recuerdos de antes no es porque no se había elaborado esa ley.
Aquí en el paisito, que sabemos algo del tema de los símbolos, no en vano vivimos para ellos noche y día, y tenemos borrados a los generales liberales pero no así los capitanes carlistas, aún mantenemos muchos vestigios en edificios, algunos callejeros y especialmente portales espigados.
Cada cual puede darle la importancia que quiera a vivir en una calle llamada por ejemplo Capitán Eloy o General Zumalacárregui, personalmente creo que lo importante es tener donde vivir y que cada quien le ponga el nombre que quiera. No cambia nada por pasar de la avenida del ejército a lehendakari Agirre, sigue habiendo el mismo ruido y las casas igual de caras.
Si la ley pone multas a quien no cambie la dirección de la tarjeta, pues que le den.
Le llaman ley de la memoria y debiera ser ley del olvido, puesto que si se trata de guardar memoria no se han de quitar los signos.
¿Se creerá este gobierno que somos tan ilusos como para pensar que si hay signos es por falta de ley? ¿que hasta esta ley no tenía ese mismo gobierno la necesidad de procurar un enterramiento legal a tantos restos desperdigados por las cunetas? ¿se creerá, en fin, que hasta que esa ley futura entre en vigor, están vigentes los bandos de la junta de Burgos que pretende requetederogar?
Lo que se están creyendo es que somos tontos del todo y que con cualquier cuento nos vale.
País
Pie de foto:en el pueblo (Abertura, Cáceres, en 1991 había 3 concejales del PSOE, 2 de IU y 2 del PP que serán los que impidieron cambiar la calle de nombre, o quizá sea que el alcalde del PSOE tenía otras preocupaciones más importantes. En el año 1995 el PSOE obtuvo mayoría absoluta con 4 concejales de 7, quizás por no dedicarse al cachondeo.Ahora el alcalde tendrá por ley que cambiar la placa y gastarse un dinero que hace buena falta en la aldea.
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