Recoge hoy la prensa que el PSE amenaza al lehendakari Ibarretxe con no apoyar los
presupuestos si persiste con su idea de consulta soberanista.
Hace falta tener un concepto raro de las cosas, para, desde la oposición, amenazar con no aprobar los presupuestos.
Habrá quien piense que este país es normal, pero ya adelanto que quiero ejemplos.
Resulta que los socialistas vascos llevan los dos años de legislatura aprobando los presupuestos del gobierno y el gobierno haciendo una política contraria, en la teoría y en la práctica, al programa del PSE.
Ahora por un quítame de ahí un titular sobre la consulta, resulta que es suficiente para decir el “no te ajunto”.
Nada extraña ya, cuando no hace ni quince días se lamentaba Patxi López que lo sucedido con la negociación en Navarra alejaba la posibilidad de lograr un gobierno vasquista.
¿Qué cosa puede ser un gobierno vasquista? ¿Qué puede ser el gobierno vasco aparte de vasquista?
A buenas horas viene el Sr. Buen y compañía con esas historias. Estará ahora mismo el Lehendakari replanteándose sus discursos y especialmente preocupado por gobernar sin presupuestos o con medio presupuesto o con el presupuesto aprobado a medias o sin aprobar.
¿Acaso el presidente de la cámara no tendrá aprendida la lección del Sr. Atutxa referente a la tramitación de presupuestos por la vía rápida, la lenta, la del despiece o la de prorrogarlos y aplicar otros?
Si el Sr. Buen no encuentra ahora razones que justifiquen su aprobación de los presupuestos anteriores, más le vale callar y disimular que intentar convencernos de una firmeza en la oposición que no existió desde hace muchos años en Euskadi.
País
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