viernes, junio 20, 2008

La ciudad imperial. Sorpresas



La estación del AVE parece de las del oriente-expres, una joya de ladrillo.


El alcázar cerrado por obras, menos mal que no ha sido, como tantas veces por causas “de fuerza mayor”.


A falta de sombras y lugares frescos, el viajero se intenta acoger al frescor sagrado de la catedral, pero, ante los siete “óbolos” obligatorios, que ore el señor cardenal primado, que este servidor adelantó el billete de vuelta en el AVE y, con aire fresco, al hotel.


Les dejo muestra de la estación y placa de memoria histórica que luce junto a la plaza del Zocodover.


Salud.

No hay comentarios: