Así piensa tapar el PNV su mala gestión en la diputación. Dando dinero de los contribuyentes a los afectados y justamente cabreados por las inundaciones.
Primero fue la imprevisión, (el Sr. Alcalde de Sopelana estaba sobradamente avisado por escrito incluso, del mal estado de los cauces de los arroyos) y la falta de coordinación.
A continuación el orgullo paleto de aquí que no venga nadie a ayudar que nos sobramos. Una balsa de agua corta la autovía casi dos días.
Luego, en lugar de que las cosas se arreglen como es debido, reclamaciones de dinero a los seguros y solicitud municipal de zona catastrófica para que intervenga el consorcio de compensación de seguros, y los ciudadanos reflexionar sobre la gestión de los políticos locales y provinciales, no. Se reparte dinero a espuertas para callar las iniciales manifestaciones de descontento.
Esperemos que la oposición sepa estar en su lugar y les llame a declarar en sede parlamentaria sobre la gestión antes durante y después de la catástrofe.
Hace falta ser prepotente y tener un concepto muy pobre de la responsabilidad democrática, para reconocer desde la Diputación que se deben mantener en mejores condiciones los cauces de los ríos, y no obrar en consecuencia.
Estos señores nacionalistas se creen que el ejercicio del poder es una consecuencia de su militancia política, por lo que, si no cambian de militancia, nadie les puede pedir cuentas, (todo lo que hacen es por el bien del país). Lo malo es que parece que tienen razón puesto que nadie, en realidad, le pide cuentas.
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