Siguiendo con el tema que me ocupa estas semanas, las declaraciones de Urkullu pidiéndonos a los vascos que deslegitimemos a los terroristas y sus aláteres, traigo una muestra de lo que debiera hacer el PNV en consecuencia.
Da cuenta El Correo de que la UE amplía la relación de organizaciones terroristas e incluye a ANV y al partido de las emakumes de las tierras vascas. A día de hoy no se conoce aún una sola declaración de cualquier líder nacionalista, grande o mediano, que haya acatado la ley de partidos políticos que propició la ilegalización de batasuna y todos sus sucedáneos.
No sólo eso sino que aún les mantiene en los gobierno de varios municipios donde no cuentan con la mayoría absoluta; además no están ni se les espera, en los acuerdos políticos para desalojarles de las alcaldías.
La página de la Fundación para la Libertad, publica un artículo de Florencio Lasarte bajo el título de “Barra libre” que le recomiendo a todo el que no haya tenido ocasión de leerlo.
Analiza la acción diaria nacionalista después de las declaraciones de Urkullu, y concluye que, tanto por la votación sobre la vuelta ciclista como por intervenciones de nacionalistas significados en programas de debate de EITB, las palabras de los nacionalistas tras un atentado se las lleva el viento no bien termina el funeral.
Los comentaristas nacionalistas coincidieron en denunciar al Gobierno español por “lesionar los derechos humanos de los presos políticos vascos de la organización armada”. Criticaron la “política de dispersión de los presos etarras en diferentes cárceles de España”, reivindicaron el “agrupamiento de los encarcelados de ETA en prisiones vascas para aliviar el sufrimiento de sus familiares”, instaron a eliminar la Ley de Partidos, dudaron sobre la eficacia de las acciones policiales y judiciales desarrolladas contra los terroristas y sus cómplices y descalificaron la democracia española, al ministerio del Interior, al PP y el PSOE.
No enumeraron los crímenes de ETA, ni sus amenazas, ni sus asesinatos, ni sus barbaridades, ni sus atrocidades. Tampoco nombraron ni se solidarizaron con las víctimas del terrorismo, con los extorsionados, con los amenazados, con los escoltados y con los exiliados. Obviaron las consecuencias dolorosas e irreversibles de la sistemática limpieza étnica ejercida por los etarras y sus colaboradores.
Estos dos ejemplos ilustran como en el PNV dirigido por Iñigo Urkullu, por ahora, no parece que estén predispuestos a cumplir su promesa de trabajar por deslegitimar socialmente a ETA en todos los terrenos. Las palabras de los dirigentes del PNV, tras los funerales de los asesinados por ETA, se las lleva el viento.
Salud
Da cuenta El Correo de que la UE amplía la relación de organizaciones terroristas e incluye a ANV y al partido de las emakumes de las tierras vascas. A día de hoy no se conoce aún una sola declaración de cualquier líder nacionalista, grande o mediano, que haya acatado la ley de partidos políticos que propició la ilegalización de batasuna y todos sus sucedáneos.
No sólo eso sino que aún les mantiene en los gobierno de varios municipios donde no cuentan con la mayoría absoluta; además no están ni se les espera, en los acuerdos políticos para desalojarles de las alcaldías.
La página de la Fundación para la Libertad, publica un artículo de Florencio Lasarte bajo el título de “Barra libre” que le recomiendo a todo el que no haya tenido ocasión de leerlo.
Analiza la acción diaria nacionalista después de las declaraciones de Urkullu, y concluye que, tanto por la votación sobre la vuelta ciclista como por intervenciones de nacionalistas significados en programas de debate de EITB, las palabras de los nacionalistas tras un atentado se las lleva el viento no bien termina el funeral.
Los comentaristas nacionalistas coincidieron en denunciar al Gobierno español por “lesionar los derechos humanos de los presos políticos vascos de la organización armada”. Criticaron la “política de dispersión de los presos etarras en diferentes cárceles de España”, reivindicaron el “agrupamiento de los encarcelados de ETA en prisiones vascas para aliviar el sufrimiento de sus familiares”, instaron a eliminar la Ley de Partidos, dudaron sobre la eficacia de las acciones policiales y judiciales desarrolladas contra los terroristas y sus cómplices y descalificaron la democracia española, al ministerio del Interior, al PP y el PSOE.
No enumeraron los crímenes de ETA, ni sus amenazas, ni sus asesinatos, ni sus barbaridades, ni sus atrocidades. Tampoco nombraron ni se solidarizaron con las víctimas del terrorismo, con los extorsionados, con los amenazados, con los escoltados y con los exiliados. Obviaron las consecuencias dolorosas e irreversibles de la sistemática limpieza étnica ejercida por los etarras y sus colaboradores.
Estos dos ejemplos ilustran como en el PNV dirigido por Iñigo Urkullu, por ahora, no parece que estén predispuestos a cumplir su promesa de trabajar por deslegitimar socialmente a ETA en todos los terrenos. Las palabras de los dirigentes del PNV, tras los funerales de los asesinados por ETA, se las lleva el viento.
Salud
1 comentario:
No es que uno alcance la felicidad, pero es una magnífica noticia.
Cuántas tonterías hemos escuchado durante años de los jelkides de este tipo: "el PNV siempre persiguió la idea de Europa, con De Gaulle, Adenauer, ..."
Pais.
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