viernes, diciembre 05, 2008

Rituales macabros


Ayer, El Correo cumplió a la perfección con el ritual standard que se supone tras un atentado de eta. Como además el asesinado era nacionalista, pues tocaba más condena y publicó buenos artículos, entre otos uno de Josu Jon Imaz , donde el ex dirigente nacionalista aprovecha para ajustar cuentas que dejó pendientes con su marcha.

Era previsible también un artículo de Joseba Arregi, y no defraudó. Copio dos párrafos significativos y les recomiendo la lectura del artículo completo .

Un par de días de condenas rituales, unas concentraciones como siempre, unas palabras estereotipadas por parte de los políticos. Y vuelta al día a día. Vuelta a la propaganda de un pueblo en marcha: ¿Hacia dónde? ¿Cuál es el sitio de este asesinato, de todos los asesinatos en ese pueblo, en esa marcha? ¿Cuál es ese pueblo que produce al asesino y al asesinado, al entregado al ritual macabro de ejecutar la muerte y al entregado a trabajar, a crear riqueza para sí y para los demás? Un par de días de conmoción, real o fingida, y vuelta a reclamar los derechos de Euskal Herria, su territorialidad y su autodeterminación -que son las razones por las que ETA asesina-, vuelta a interpretar la realidad desde la óptica del 'conflicto', vuelta a viajar a Sudáfrica para que el obispo Desmond Tutu nos tenga en sus oraciones y desde la distancia salve a Euskal Herria, su identidad y su conflicto por medio del consejo de ancianos.
.....
Tenemos que exigir a los políticos, especialmente a los nacionalistas, que condenen a ETA de una nueva forma, diciéndole que se acabó, que ETA es un cuerpo extraño no sólo a la sociedad vasca, sino al nacionalismo, que el nacionalismo es imposible con nada que se parezca a ETA. Condenar a ETA para decirle que no se comparte nada con ella, ni medios, ni fines, ni proyecto, ni nacionalismo, ni Euskal Herria, ni autodeterminación, ni territorialidad, porque lo único que puede unir a los vascos es el derecho y la libertad que constituyen al ciudadano, porque sólo así es posible un sujeto político vasco, un sujeto de compromisos, complejo, participado y participante, de mezcla, de riqueza lingüística, cultural, conceptual, identitaria.

Es preciso romper con el ritual de la condena y seguir luego jugando la partida, hay que hacer algo más y sobre todo exigirles a nuestros políticos que lo hagan; imprescindiblemente.

Salud.

1 comentario:

J. Rogelio Rodríguez dijo...

NO dejemos de denunciar esta suerte de nacionalismo zafio que no ha tenido la integridad moral de posicionarse CONTRA al terror. (Me viene a la memoria el uso preposicional del obispo Setién, "Un obispo ANTE ETA").

Un abrazo.