Quedan ni se sabe los meses para las elecciones y el moderado Urkullu, el de deslegitimar a los violentos, acaba de investirse equidistante.
Ante la previsible pérdida de las elecciones saca el bálsamo de la ley de partidos, suponiendo que beneficia al PSE y a eta por igual.
Tanto abogar por la deslegitimación para terminar diciendo que es lo mismo. Que la única virtud reside en sí mismo, en el nacionalismo más étnico.
Una pena que estos señores sean incapaces de competir en una sociedad civil y civilizada, en la que la ley ha de excluir a los asesinos y a sus organizaciones.
El PNV, cuando llega la hora de la verdad de enfrentar la muy probable pérdida del poder, se olvida de la soberanía y se pasa al clásico y tú más.
Mañana se somete a consideración la gestión de la inefable Dª Miren Azkárate por los desfalcos en el museo Guggenheim, y la desastrosa gestión del proyecto del de Balenciaga, con la sustracción de piezas para cargos nacionalistas incluida.
También será por la ley de partidos, pero la realidad es que se olvidan de juzgarla por el esperpento montado el año pasado con la selección del futbola y su discursito en San Mamés. Ahora recogen los polvos de los lodos sembrados y encima se escandalizan.
Menos mal que nos queda apenas tres meses para que los vascos digamos lo que ha de ser el paisito, no lo que dicen estos señores que cada día toca arre o toca so en función de las encuestas.
Salud.
Ante la previsible pérdida de las elecciones saca el bálsamo de la ley de partidos, suponiendo que beneficia al PSE y a eta por igual.
Tanto abogar por la deslegitimación para terminar diciendo que es lo mismo. Que la única virtud reside en sí mismo, en el nacionalismo más étnico.
Una pena que estos señores sean incapaces de competir en una sociedad civil y civilizada, en la que la ley ha de excluir a los asesinos y a sus organizaciones.
El PNV, cuando llega la hora de la verdad de enfrentar la muy probable pérdida del poder, se olvida de la soberanía y se pasa al clásico y tú más.
Mañana se somete a consideración la gestión de la inefable Dª Miren Azkárate por los desfalcos en el museo Guggenheim, y la desastrosa gestión del proyecto del de Balenciaga, con la sustracción de piezas para cargos nacionalistas incluida.
También será por la ley de partidos, pero la realidad es que se olvidan de juzgarla por el esperpento montado el año pasado con la selección del futbola y su discursito en San Mamés. Ahora recogen los polvos de los lodos sembrados y encima se escandalizan.
Menos mal que nos queda apenas tres meses para que los vascos digamos lo que ha de ser el paisito, no lo que dicen estos señores que cada día toca arre o toca so en función de las encuestas.
Salud.
2 comentarios:
Feliz Navidad, Don Rubín.
Feliz Navidad, Rubín.
Lo de estos mariachis no tiene precio. No sé si compiten en patetismo o en indignidad (o ambas cosas a la vez...)
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