Ibarretxe sigue mintiéndonos. Este hombre se debe creer tan imbuido de su condición de Mesías, que ya no tiene sentido del ridículo ni la menor mesura a la hora de mentir al pueblo.
Nos miente al relacionar la debilidad de eta con quitarle el programa máximo. Es tan burda la mentira que parece imposible que él mismo no se ruborice al contarlo.
Hagamos cumplir el programa máximo de eta, viene a decir, y así quedará huérfana de objetivos y se autodestruirá. De película. Si no fuera por la injusticia que conlleva, sería para reírse de la estulticia.
Ese es el discurso de Ibarretxe que el PNV no desmiente. Es, una vez más, justificar la victimación. Hacer que el asessinato y la persecución sean útiles para los terroristas. Darle la razón a los victimarios. Las mataron por una causa justa.
Ese es el gobierno que tenemos aquí en el paisito. Da por buenos los fines de los terroristas y se piensa demás que, un vez conseguidos, los de la comunidad violenta se harán del PNV. (Ver el artículo de Andoni Unzalu en El Correo de ayer).
Esa es la mentira gorda, luego vienen todas las demás mentiras, la primera la consulta que no era tal, pues se basa en el “derecho a decidir” para opinar ya hay foros establecidos. Entre otros, inundar de emails lendakaritza solicitando respetuosamente la dimisión del gobierno.
Sólo pide que el PNV mantenga la consulta en el programa electoral. Será que este lehendakari está acostumbrado a que su programa se lo hagan otros. País.
Siguen los nacionalistas riéndose de todos nosotros.
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