Destaca el articulista que, si bien tradicionalmente puritanismo se asoció con reaccionario, desde hace un tiempo un grupo de puritanos de izquierda reclaman un puesto en la vanguardia de la lucha por la moralidad.
Después de argumentar que si es cierto que hay mafias y personas obligadas a la prostitución, es labor de la policía desmantelarlas y liberarlas, pero no es de recibo que porque haya mafias lo pague toda la profesión. De ese argumento de obligatoriedad sacan el siguiente argumento de falta de vocación, que se está en la prostitución por la pobreza y la necesidad. “..la mayoría de las prostitutas desearía realizar otro trabajo. No hay vocación, nos dicen: “la prostitución se nutre de la pobreza”. Y uno se imagina la vocación del minero por su trabajo, y la cantidad de mujeres ricas que se ponen a servir porque tienen vocación de asistenta. De la pobreza o de las desigualdades de la sociedad se nutren buena parte de los trabajos que hacen las personas, que seguro que, de poder elegir, se dedicarían a otra cosa, como dicen los puritanos que harían las putas.”
“..porque se demuestra que esa persecución de las putas y de sus clientes se sustenta fundamentalmente en el ataque a la libertad de las personas que ha caracterizado siempre la conducta de los puritanos de cualquier pelaje. Se niegan a aceptar que dos personas libres puedan acordar intercambiar sexo por dinero, simplemente, porque les resulta moralmente reprobable que lo hagan, y tratan de que prevalezca su muy particular moral sobre la libertad de los individuos para practicar la sexualidad como les venga en gana.”
“Afortunadamente, y aunque no lo parezca en la España de Zapatero, no son éstas las únicas feministas que existen. Otras hay que carecen de esa obsesión por perseguir y castigar a quienes no se pliegan a su norma moral. Las Otras Feministas se pronunciaban hace cerca de un año sobre esta cuestión: “Contemplamos con preocupación las posiciones del Instituto de la Mujer sobre la prostitución, a la que considera una actividad indigna y degradante. Estas ideas, en línea con el feminismo puritano de reforma moral de fines del XIX, brindan una excusa para mantener las pésimas condiciones en las que las prostitutas ejercen su trabajo” (“Un feminismo que también existe”, El País, 18-03-06).”
Después de leer el artículo que comento me encuentro en un programa de CNN+ un debate entre una representante de la rama puritana que cita el articulista y otra mujer que defendía una posición de legalización de la prostitución y persecución de las mafias. La APRAMP (Asociación para la Prevención, Reinserción y Atención de la Mujer Prostituida) por lo que exponía su representante en el debate citado, se centra exclusivamente en la prevención y la reinserción, puesto que se negó a reconocer que aunque sea una mínima parte la que ejerce libre y voluntariamente, no se le debe permitir hacerlo. En fin una posición moral que el gobierno lleva al BOE.
Salud
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