martes, febrero 13, 2007

Bienvenida a un blogero ¿civil?


Ricardo Ibarra, que lleva muchos años en la red y también muchos en la política, nos anuncia hoy en su sitio que lo deja.

El que se anuncie un martes y trece le confiere valentía pero, con el entrecomillado, deja puertas abiertas.

"La próxima legislatura, la que empieza a partir de las elecciones municipales del 27 de mayo, no me presentaré como cargo electo en las listas del Partido Nacionalista en Sopelana".

Ricardo, que lleva a sus espaldas distintos partidos y varias coaliciones, parece que lo dice con alguna intención. Desde este rincón espero su incorporación a la vida “civil” que es mucho más reconfortante. Pero tanto el texto del anuncio, como lo que le antecede, refiriéndose a esa vida interna, a la que no tenemos acceso el común de los mortales, con el latiguillo cínico de (primero "dentro de casa" antes de hacerlo público) nos muestra esa parte no civil, ese resto orgánico, que aún le queda adherido a su conciencia militante.

En la sociedad civil se ha de entrar como en el poema, abandonando toda esperanza de sinecuras, y llevando alto el estandarte de la verdad propia.

Si, como lo creo, estás en condiciones de decir con el poeta, NADA OS DEBO Y ME DEBÉIS CUANTO ESCRIBO, cuenta en público lo que consideras, porque eso de que los trapos sucios se lavan en casa es para el que quiere engañar al público.

Lo dicho Ricardo, bienvenido si es que vienes.

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