viernes, julio 10, 2009

Sucedidos

Urkullu acaba de decir que los carteles y las pintadas a favor de ETA son competencia municipal y que puede ser un exceso la injerencia del gobierno vasco en la retirada y el borrado de las pintadas.

Ahí es nada.

Lo que sabíamos ya muchos, lo acaba de confirmar el burukide máximo. El que en mi pueblo siga campando una pintada insultando a la guardia civil por detener hace un año a un grupo de etarras que pretendían acabar con la vida de un gran contingente de ertzainas durante la celebración de una prueba ciclista en Algorta el día de San Ignacio del 2008, es EXCLUSIVAMENTE culpa del Sr. Alcalde.

Hace nada, un mandatario nacionalista argumentaba que las pintadas podían considerarse arte mural y debían respetarse.



Lo que sí es culpa exclusiva del Sr. Urkullu es la nueva guerra de las banderas inaugurada por él el pasado sábado en el monte Gorbea. Sorprende que al sancta sanctórum de las libertades vascas pueda entrar cualquiera, quemar una bandera, marcharse sin que le digan nada y realizar una pintada (que nadie borrará por incompetente).




Hoy han destruido una sede del PSE en Durango, tendremos una mañana de lamentos y a la tarde seguirá la cosa como ahora.

El lehendakari dice que ahora no es el momento de restituir en la diputación de Álava al partido más votado y el PNV le aplaude la idea, justo tras un mes de cejar en el discurso de que el más votado debe ser quien forme gobierno.

Un escándalo el paisito.

Fotos traídas de El Correo

2 comentarios:

El rincón de Chiriveque dijo...

Buenas, Rubín,

¿quién gobierna en Durango y quién debería gobernar?...

En cuanto a las pintadas, se deberían borrar todas, sin excepciones.

Un abrazo.

Rubín de Cendoya dijo...

Las pintadas todas se apropian del patrimonio común o de particulares.

Pero no todas promueven la xenofobia, la exclusión ni jalean a los asesinos. No sé si todas se debieran borrar, mas seguro que no todas corren la misma prisa.

Lo de Durango me lo debieras explicar algo más pues no lo capto. Es imprescindible que las instituciones encabecen una reacción cívica contra la tolerancia al terror, y en Durango tampoco se hizo, las infinitas veces que ha sido atacada la libertad de los socialistas y la vida del concejal del PP.

Salud