miércoles, noviembre 19, 2008

Una pena

Se confirma la total falsedad de ese calvario euskaldún. Lo pretendían casi anterior al nacimiento de cristo y claro es, no pudo mantenerse.

Es lo que tiene ser antropólogo militante, se te va la mano unos siglos y se queda en nada el descubrimiento.

Una pena digo, no por el calvario, pero sí porque la parte jeroglífica venia a constatar nuestra descendencia directa de Tubal, cuyos jeroglíficos seguirían vigentes hace 1800 años.

Lástima que, desacreditados como pruebas de raza el tamaño de la mandíbula y el rh, demostrado que el adn se parece tanto al de la mosca como el de cualquier nativo de allende el Ebro, nos vengan ahora unos expertos a concluir que nuestra directa ligazón con Matusalén pasa, como la del resto del mundo, por la mitología, y que al final sólo somos un producto local mal mezclado.

De seguir por esos derroteros, acabaremos siendo unos recién llegados como el resto de Europa, despilfarrados los 7.000 años de historia.

Qué tiempos aquellos en que los vascos no datábamos.

Salud

2 comentarios:

J. Rogelio Rodríguez dijo...

Buenas tardes Don Rubín. Problemas en el explorador de internet me dejaban la imagen de su blog estática, en la fecha del 13 de noviembre...

Sobre la entrada no tengo más comentarios que recordar un artículo brillante de Savater, hace unos 10 años, titulado "Un eusko Quintana". (El tal Quintana era un categrático de Derecho de la Complutense que protagonizó un escándalo público por su ideario racista que proyectaba en su asignatura. No sé qué habrá sido de él). Bueno, al grano. Savater recordaba la figura del padre Txomin (no recuerdo su apellido) y su singular obra "El cráneo vasco", un "tratado" lleno de chorradas e idioteces como para asustar al más pintado. Comparaba Savater el discurso recista de Quintana con el de Txomin en clave de sabia ironía.

Un fuerte abrazo.

Rubín de Cendoya dijo...

Sol, agradecido por su generosidad. Ya la había visto yo en el blog de García Francés, que es todo un fenómeno.

Rogelio, esto sería un cachondeo si no produjera dramas casi de continuo. En base a cosas como la sangre y la tierra llevamos tantísimos muertos que no se debiera frivolizar, pero la realidad es que hemos de seguir viviendo. Sobre el mismo tema que mi post escribe un maravilloso artículo con inmensa ironía, el amigo Andoni Unzalu

En El escudo de Arquíloco, Juan Aranzadi cuenta maravillas sobre la antropología vasca, algún día habré de dedicarle algo de tiempo a comentar un libro importante.

Saludos