En lo que ya parece ser una carrera alocada tras la mayor de las inconsecuencias, el gobierno anunció que anunciará, que luego llevará al parlamento y que quizá se pueda aplicar después del invernal verano que nos espera, a continuación de este invierno que tanto promete, una serie de medidas entre las que destaca la derogación de la ley hipotecaría para que cada uno pague la suya como más le convenga.
Ya nos había anunciado el gobierno que le daría más dinero a los bancos que más dinero presten, ahora se cierra el círculo y se le dará dinero a los bancos para que no se lo cobren a los ciudadanos que ya se lo pagan vía impuestos.
Un lío.
Si Frédéric Bastiat pudiera analizar esto, le haría falta una enciclopedia en lugar de su maravillosa obrita en la que tan bien describe la esencia de la justicia y aboga por unas leyes que se ocupen de garantizar la libertad.
Si no fuera todo tan triste, a la oposición le parece bien aunque no sabe no contesta, esto era para nombrarle a nuestro presidente Rodríguez Zapatero, miembro único de la cumbre esa de los G20 o G33 y que promulgue la moratoria hipotecaria para los NINJA de don Leopoldo Abadía para que las aguas turbulentas de la crisis volvieran inmediatamente a su cauce.
Que a estas alturas a nadie se le haya ocurrido aún proponer al premio Nóbel a nuestro gobierno en pleno, o en su defecto al inefable ministro Sebastián, por lo del plan de reactivación del sector del automóvil, sólo da idea de lo muy envidiosos que somos todos los paisanos.
País
Ya nos había anunciado el gobierno que le daría más dinero a los bancos que más dinero presten, ahora se cierra el círculo y se le dará dinero a los bancos para que no se lo cobren a los ciudadanos que ya se lo pagan vía impuestos.
Un lío.
Si Frédéric Bastiat pudiera analizar esto, le haría falta una enciclopedia en lugar de su maravillosa obrita en la que tan bien describe la esencia de la justicia y aboga por unas leyes que se ocupen de garantizar la libertad.
Si no fuera todo tan triste, a la oposición le parece bien aunque no sabe no contesta, esto era para nombrarle a nuestro presidente Rodríguez Zapatero, miembro único de la cumbre esa de los G20 o G33 y que promulgue la moratoria hipotecaria para los NINJA de don Leopoldo Abadía para que las aguas turbulentas de la crisis volvieran inmediatamente a su cauce.
Que a estas alturas a nadie se le haya ocurrido aún proponer al premio Nóbel a nuestro gobierno en pleno, o en su defecto al inefable ministro Sebastián, por lo del plan de reactivación del sector del automóvil, sólo da idea de lo muy envidiosos que somos todos los paisanos.
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