Con el sobrenombre de Democratizar la democracia, publicaba ayer nuestro consejero de vivienda etc. etc. etc. un artículo en El Correo. No se lo recomiendo especialmente, pero si tiene el gusto, está aquí.
Se maravilla el Sr. consejero de que en Suiza un 5% del electorado pueda elevar propuestas para que se sometan a la consideración del propio electorado mediante referéndum.
No repara el Sr. consejero que sin ese porcentaje, y sin ajustarse a la ley nos intentó vender “de matute” un referéndum imposible en Suiza y también aquí lógicamente, gracias a dios y a la previsión de nuestros legisladores que algo más sabían que Madrazo.
No está escrito en ninguna ley suiza que un cantón mediante el referéndum que quiera, pueda modificar la ley estatal, pero eso el Sr. consejero lo obvia.
Le parecerá magro el 5%, pero por si las moscas, se encargó personalmente con el PNV en rebajarlo aquí, en el paisito, al 3%, por mor de no quedarse sin representación.
Está por inventarse en Suiza lo que nos proponía aquí el Sr. consejero, llevando en procesión por Vitoria un proyecto de ley espurio, ni siquiera formalmente aprobado en consejo de gobierno, a la sede parlamentaria y que en su articulado anulaba parte de la constitución española.
Nos deleita el Sr. consejero con una suiza vasca en la que los de Somorrostro decidirán si todos los vascos producimos cocke, los de Boroa si la energía la importamos atómica de Benabarre y si la cárcel se construye al lado de mi barrio o al lado del suyo.
Cabe aducir en descargo del Sr. consejero que el día de la publicación del artículo estaba dedicado al congreso de IU en Madrid y la cosa no le pintaba del todo bien. Esta vez no pudo imponer un coordinador al conjunto de IU y se hubo de volver dejando en manos de un comunista el futuro inmediato, y sin la garantía que tenía de Llamazares de que no le llevaba la contraria en el paisito.
Por el bien de la democracia, de la izquierda y de Suiza, ojalá quieran los militantes de IU ejercer de tales y poner fin a la imparable deriva nacionalista del Sr. Madrazo.
País
Se maravilla el Sr. consejero de que en Suiza un 5% del electorado pueda elevar propuestas para que se sometan a la consideración del propio electorado mediante referéndum.
No repara el Sr. consejero que sin ese porcentaje, y sin ajustarse a la ley nos intentó vender “de matute” un referéndum imposible en Suiza y también aquí lógicamente, gracias a dios y a la previsión de nuestros legisladores que algo más sabían que Madrazo.
No está escrito en ninguna ley suiza que un cantón mediante el referéndum que quiera, pueda modificar la ley estatal, pero eso el Sr. consejero lo obvia.
Le parecerá magro el 5%, pero por si las moscas, se encargó personalmente con el PNV en rebajarlo aquí, en el paisito, al 3%, por mor de no quedarse sin representación.
Está por inventarse en Suiza lo que nos proponía aquí el Sr. consejero, llevando en procesión por Vitoria un proyecto de ley espurio, ni siquiera formalmente aprobado en consejo de gobierno, a la sede parlamentaria y que en su articulado anulaba parte de la constitución española.
Nos deleita el Sr. consejero con una suiza vasca en la que los de Somorrostro decidirán si todos los vascos producimos cocke, los de Boroa si la energía la importamos atómica de Benabarre y si la cárcel se construye al lado de mi barrio o al lado del suyo.
Cabe aducir en descargo del Sr. consejero que el día de la publicación del artículo estaba dedicado al congreso de IU en Madrid y la cosa no le pintaba del todo bien. Esta vez no pudo imponer un coordinador al conjunto de IU y se hubo de volver dejando en manos de un comunista el futuro inmediato, y sin la garantía que tenía de Llamazares de que no le llevaba la contraria en el paisito.
Por el bien de la democracia, de la izquierda y de Suiza, ojalá quieran los militantes de IU ejercer de tales y poner fin a la imparable deriva nacionalista del Sr. Madrazo.
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