domingo, mayo 04, 2008

La muerte de un presidente

En el kiosko de hoy destaca, en casi todas las portadas, la noticia de la muerte del presidente Leopoldo Calvo Sotelo.

Es la noticia principal, con imagen incluida, de todos los periódicos excepto en los nacionalistas, con los que parece que no va el que se trate del primer presidente fallecido de nuestra aún joven democracia.

En Deía, y haciendo, quizá, gala de sus ideas ruralizantes dedican la portada al tiempo veraniego de ayer y una línea pequeña al aviso del fallecimiento.

Para los otros sencillamente no existe la noticia y hablan de los muchos miles de personas que piden la libertad para la alcaldesa de Mondragón en el barrio, parece ser que no se atrevieron a pasar por delante del portal, del último asesinado por los amigos de la señora alcaldesa.

Una pena que nuestros vecinos nacionalistas se piensen que la democracia es un bien espontáneo, como las setas, y que no tiene deudas con personajes como Leopoldo Calvo Sotelo que en paz descanse.

País

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Sr. Rubín, a veces resulta usted enternecedor.

Los diarios nacionalistas no pueden prescindir de su sectarismo porque perderian clientela. Es metafisicamente imposible que en estos panfletos se hable de nada relacionado con España en el sentido de concordia o de información unificadora con Euskadi.
Toda la información que exponen estos medios relacionada con España tiene que tener como misión alimentar el victimismo, porque, desgraciadamente, en Euskadi hay gente dispuesta a creerse cualquier cosa con tal de que le afirmen en sus dogmas nacionalistas.

Rubín de Cendoya dijo...

Lo sé lo sé, querido Davichu, pero considero que aún así es necesario resaltar lo obvio a fin de que nadie se pueda llamar luego a engaño.

Tengo conocido algún nacionalista que se enternece por cosas así, siendo además cierto que hay muchos que piensan que no existe lo que no nombra el Deia, que viene a ser lo inverso del aforismo según el cual "todo lo que tiene nombre existe"