Por una vez parece que existe una posición firme del actual PSE frente a la llamada del PNV a que coadyuven en la solución de “su problema”, la locura en que nos quiere introducir el presidente del gobierno vasco y sus pequeños apoyos.
Si se confirma la opinión y la información que publica hoy El Correo, nos encontramos en un buen momento para que los afiliados y los pocos dirigentes que ven en esta situación un imposible y un peligro real para la convivencia, reaccionen y hagan que ese partido entre en razón.
Está cercano el mes de Junio, fecha en que Ibarretxe piensa ratificar el acuerdo inalcanzable, y fecha también en la que el PNV (su grupo parlamentario en la cámara vasca) deberá posibilitar, o no, la convocatoria de una consulta-referéndum ilegal.
No es realista esperar que los demás les saquen de ese lío en el que se han metido solitos, y no parece fácil la solución sin que se produzcan destrozos importantes.
Los que sabemos desde hace años que la única solución posible para que el PNV realice una política realmente democrática (cumplir las leyes y cambiarlas con arreglo a sus propias previsiones) pasa por que este partido esté un tiempo fuera de las instituciones, por que haya realmente alternancia en el paisito, vemos más cercana la fecha soñada.
A pesar de que la práctica del PSE con sus pactos (Cataluña, Galicia) no llame especialmente a la esperanza de una renovación aquí, invito a mantener el optimismo y esperar que el diputado y ganadero (por todo lo que entiende de cabestros) nacionalista se tragará su órdago de “yo o el caos” y el resultado será ni él ni el caos.
Salud
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