Querían la abstención e Isaías ya no votará pasado mañana. Tocan condenas y condenas y discursos estériles. Procuré no favorecer el morbo y no he visto apenas noticias del asesinato.
Algunos detalles solamente, el presidente del PSE en Guipúzcoa pide el voto para cualquier partido y resalta que eta a ido a matar al más fácil (no llevaba escolta). Resabios muy antiguos, casi de los años del algo habrá hecho. A eta con o sin escolta le interesa asegurarse espacio en los telediarios y ya lo tiene, normal que prefiera el menor riesgo. Cualquier día matará a cualquier invitado de la boda de cualquier ex concejal con escolta. Si no asumimos esa cierta posibilidad, estamos engañándonos a nosotros mismos. Buscamos un resquicio para pensar que a mi no, y nos encontrarán solos como en el poema.
Otro detalle, Ibarretxe se presentó con la cara compungida que pone en esas ocasiones, en la ETB dijeron que le insultaron los familiares y los amigos, pero en el reportaje no han puesto esas escenas. Casualmente acudió arropado por el Sr. Urkullu, otra patrimonialización más del cargo.
En fin, otra expresión del conflicto y el lunes a negociar para formar gobierno y sacarle provecho.
Lo tengo muy redicho ya en este rincón, pero no me cansaré de repetir que los que firmaron esto no pueden sino desdecirse públicamente y abandonar la política activa. Al firmar eso firmaron el asesinato de Isaías y de otros muchos que le precedieron y de los que le seguiremos.
Tiene escrito Joseba Aregi algo que, cito de memoria, viene a decir lo que sigue: La verdad de las víctimas es que murieron por nada, si se quiere hacer justicia a su memoria, nada de lo que pretenden los asesinos puede reivindicarse legítimamente por otros medios. La memoria de las víctimas nos dice que, si el que las mató lo hizo para lograr un referéndum, una amnistía, la independencia, el trazado del metro o el cambio de lugar de una farola, ese referéndum, esa amnistía, eso lo que sea, ofenderá la memoria de las víctimas de aquí a muchísimos años. No será legítimo perseguir eso mismo, al menos hasta que la última generación de asesinos desaparezca de la faz de esta tierra.
Que Isaías descanse en paz y que nadie olvide.
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