lunes, febrero 09, 2009

A Estrasburgo


Ahí se van los nacionalistas menos violentos, a plantear el recurso que no tuvieron vergüenza de plantear cuando lo anunciaron.

Lo prometieron nada más conocer el rechazo del Tribunal Constitucional y aún está por ver que el ciudadano Ibarretxe se haya personado, por su cuenta, donde nos prometió.

Ahora es tiempo de elecciones y unos nacionalistas se van a Estrasburgo con un recurso impertinente y otros, los nacionalistas más violentos, se van a Madrid a poner un coche bomba.

La cosa es que todos los nacionalistas quieren montar bulla ante las elecciones.

Qué pena de país, siguen confundiendo la legalidad democrática con el deseo infantil de cada cual.

Si no se cumplen los deseos o sentimientos más peregrinos, esto ya deja de ser democracia y vale saltarse el procedimiento jurídico más elemental.

Dice el PNV que cuenta con informes que le dan la razón. No se conocen precedentes en la historia del TEDH, pero el PNV tiene informes ad hoc en los que se dice a sí mismo que puede ser.

Que esos informes y el planteamiento del recurso, coincidan con el tiempo de elecciones, en que todo se puede magnificar y que la más que posible no admisión a trámite coincida con una época postelectoral en que no tendrá un gran coste y mínima relevancia, han de considerarse meras casualidades.

Luego, el pueblo soberano, pasaremos más y más de esos politiquillos que nos toman por capi disminuidos, puros cómicos representando la farsa más antigua, y lo achacarán a que el pueblo alienado ya no se interesa por la gobernación del paisito.

Ya están ellos, la casta elegida y los designados por la tribu ancestral para saber lo que nos conviene a los vascos. Ser nacionalistas. Integrarnos en la unicidad de la tribu llamada EL PUEBLO.

Ahora toca excursión a Estrasburgo.

País

Pié de foto: Gentes que pretenden parecer de orden en alegre bilbiriketa.

1 comentario:

J. Rogelio Rodríguez dijo...

Buenas noches amigo mío. Dices que "Ahora toca excursión a Estrasburgo". Pues claro que sí. Con muestro dinero.

Menos mal que, por más que insistan, nunca terminaremos por acostumbrarnos a esta sinrazón.

Un abrazo.