Si me pudiera pagar los abogados de aquel alcalde gaditano, diría que eso es el auto reciente del Sr. Garzón.
No es el caso, por lo que trataré de exponer muy brevemente lo que opino de lo que he oído y algo que leí. Para una más amplia visión les invito a visitar el blog de D. Santiago González, donde la tropa de remeros habituales glosa la historia esta.
Parece ser que se va a dedicar a excavar por medio país aunque los familiares vivos de los asesinados hace ya 70 o más años digan que no les interesa para nada que a Lorca se le mueva de donde le dejaron los matarifes. Este señor Juez dice que se excave y se excavará.
Por otro lado parece como si, repentinamente, aquí nadie tuviera memoria de nada. Diríase que nunca se escribió todo lo que hay escrito sobre la guerra y el franquismo, como si, hasta justo ayer cuando Garzón decide declararse competente, estuviese prohibido enterrar dignamente a los muertos. Eso sí, ahora salimos hasta en la CNN.
El cachondeo mayor de indagar sobre el fallecimiento de Franco es digno de una buena película, entre tanto, uno se pregunta, qué memoria se le puede suponer a quien no se acuerda que Franco ha muerto.
Publica Claves de Razón Práctica en su número 186, correspondiente a este mes de Octubre, un artículo del catedrático Ángel G. Loureiro, en el que, bajo el título de Argumentos patéticos – Historia y memoria de la guerra civil, insiste, lúcidamente, en las diferencias e incompatibilidades entre memoria e historia.
Les recomiendo su lectura y especialmente el capitulo que titula Recuerdos de un pasado vacío, donde relata a modo de historia ficción “el recuerdo de lo que no sucedió” y así puede llegarse a ignorar y tachar de frivolidad el pacto político de la transición.
Copio unas frases que me parecen serias.
Les ahorro el resumen del capítulo titulado La retórica del patetismo, donde describe cómo, a estas alturas del siglo, andan señores sesudos comparando cualquier escabechina rural, debida en mayor medida a envidias y viejas rencillas, con el mismísimo holocausto, a los españoles que estuvimos cuando la transición con miedosos y olvidadizos alemanes y a los que no le vemos un buen futuro a este cachondeo de “investigaciones” con los puros nazis.
País
No es el caso, por lo que trataré de exponer muy brevemente lo que opino de lo que he oído y algo que leí. Para una más amplia visión les invito a visitar el blog de D. Santiago González, donde la tropa de remeros habituales glosa la historia esta.
Parece ser que se va a dedicar a excavar por medio país aunque los familiares vivos de los asesinados hace ya 70 o más años digan que no les interesa para nada que a Lorca se le mueva de donde le dejaron los matarifes. Este señor Juez dice que se excave y se excavará.
Por otro lado parece como si, repentinamente, aquí nadie tuviera memoria de nada. Diríase que nunca se escribió todo lo que hay escrito sobre la guerra y el franquismo, como si, hasta justo ayer cuando Garzón decide declararse competente, estuviese prohibido enterrar dignamente a los muertos. Eso sí, ahora salimos hasta en la CNN.
El cachondeo mayor de indagar sobre el fallecimiento de Franco es digno de una buena película, entre tanto, uno se pregunta, qué memoria se le puede suponer a quien no se acuerda que Franco ha muerto.
Publica Claves de Razón Práctica en su número 186, correspondiente a este mes de Octubre, un artículo del catedrático Ángel G. Loureiro, en el que, bajo el título de Argumentos patéticos – Historia y memoria de la guerra civil, insiste, lúcidamente, en las diferencias e incompatibilidades entre memoria e historia.
Les recomiendo su lectura y especialmente el capitulo que titula Recuerdos de un pasado vacío, donde relata a modo de historia ficción “el recuerdo de lo que no sucedió” y así puede llegarse a ignorar y tachar de frivolidad el pacto político de la transición.
Copio unas frases que me parecen serias.
Tal como se la concibe, la memoria histórica está atravesada por el imaginario de una república idealizada cuyos logros y aspiraciones fueron destruidos por la rebelión militar, y cuya no victoria (lo cual no es lo mismo que derrota) en la guerra civil es otro no evento que ha dejado una huella profunda en las propuestas de recobrar la memoria histórica. Es una imagen altamente simplificada de la república, purgada de los aspectos más desagradables y purificada de los objetivos revolucionarios, no republicanos, de buena parte de los grupos y partidos que protagonizaron la lucha contra Franco en la guerra civil. Esta república idealizada no encaja con la que, todavía en 1977, en le documental La vieja memoria de Jaime Camino, Federica Montseny llama una república burguesa, un tipo de gobierno que no sólo para los anarquistas sino también para las comunistas y al menos los socialistas de Largo Caballero no era más que un paso hacia la revolución.
Les ahorro el resumen del capítulo titulado La retórica del patetismo, donde describe cómo, a estas alturas del siglo, andan señores sesudos comparando cualquier escabechina rural, debida en mayor medida a envidias y viejas rencillas, con el mismísimo holocausto, a los españoles que estuvimos cuando la transición con miedosos y olvidadizos alemanes y a los que no le vemos un buen futuro a este cachondeo de “investigaciones” con los puros nazis.
País
5 comentarios:
D.Rubin, ante la publicación de temas similares en nuestras dos últimas entradas, el Premio Planeta y el auto del Sr. Garzón, le propongo que cuando se den estas circunstancias de nuevo, ambos, si usted está de acuerdo, incluyamos en el blog del otro nuestra entrada en los comentarios.
Así nuestros lectores, verán complementada la información y se agilizarán las visitas entre ambos blogs. ¿Qué le parece? ¿Me autoriza a intentarlo?
Buenas noches.
Creo que tu enfoque es muy acertado, Rubín, al igual que la cita de Claves adjunta. Legislar sobre la memoria histórica es una tarea muy delicada. Pero intentar instruir una causa penal contra una dictadura supone, entiendo, un ejercicio estéril e irresponsable, sobre todo teniendo en cuenta los problemas de ejecución (o aplicación) que tiene la justicia en España, debidos -sobre todo- a falta de recursos (o racionalización en la gestión).
En cualquier me permito solicitarte que te niegues a utilizar el término "garzonada" para designar este tipo de acciones (el término en cuestión fue inaugurado por el PNV -no sé si fue el propio Ibarrexe, o...¡no!, fue el inefable Azkárraga, que no es del PNV). No vaya a ser que todavía estos jelkides tengan la ocurrencia de sacar pecho con carácter retroactivo.
Un saludo.
D. Rubín, tengo que hablar con los técnicos de la Chalupa para ver si son capaces de explicármelo (lo de cear un espacio para el intercambio). Después ya decidiremos.
Mientras, el primer paso es poner un enlace de un blog al otro. Eso debe ser fácil, aunque a mí me han ayudado a hacerlo. De todas maneras, no se preocupe, amigo, se trata de pasarlo bien, sin que la tecnología nos rompa los nervios.
Le tendré al corriente.
D.Rubín, ya he instalado en la columna derecha de mi blog, en la zona de enlaces, uno directo a su web y otro en el que aparece un resumen de su entrada del día.
Espero que le guste.
D. Alberto, queda maravillosamente, algo parecido, pero en humilde amanuense bloguero, lo tngo yo en mi columna izquierda (perdón pero ya no sé cambiar) lo que pasa es que sólo me trae el título del post.
Lo conseguí a traes de Google Reader y ya casi no me acuerdo cómo. Ahí tengo unos cuantos blogs y también está el suyo. De esta forma veo cuando publican los amigos y puedo abrir directamente sus comentarios-
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