Dice Jesús Eguiguren, en una entrevista – publirreportaje que publica hoy El Correo, que en las próximas elecciones no habrá listas blancas porque no lo permite ETA. El sabrá, también dice El Correo que es uno de los mayores expertos en el tema.
Leída la entrevista sin gran detenimiento me han sorprendido un par de afirmaciones. Por un lado nos publicita su próximo libro que trata sobre el siglo XIX y donde parece ser que descubre la dificultad de convivencia en el paisito e insinúa que los viejos fueros son una puerta abierta. No dice más.
Ya queda implícito el mito de la democracia inmanente de los vascos. Los fueros, de ser una puerta, serán una puerta que desemboca en plena edad media, en el antiguo régimen, donde no había indicios de libertad ni de democracia, no pienso leer su libro, seguro que está repleto de cantos al fuerismo decimonónico que ya sabemos donde terminó, unos en el carlismo y la mayoría en el nacionalismo.
Otro punto que me sobresaltó de sus afirmaciones es el que expresa en estas dos respuestas que copio:
-¿Qué lecciones aprendió del anterior proceso? ¿Hubo un exceso de confianza?
-No lo sé. Cuando se produjo la tregua había, más o menos, una hoja de ruta, una metodología, todo el mundo se pronunció en una dirección adecuada, y nosotros nos tomamos las cosas en serio. Quizás nos dejamos llevar por la ilusión.
-¿Ha superado la frustración que le supuso la ruptura del alto el fuego?
-Creo que tuvimos la misma frustración que la propia sociedad vasca. Es verdad que yo creí que iba en serio. No voy a hacer como todos los listos que después de ver lo sucedido dicen que estaba condenado al fracaso, que fue un error, que todo se hizo mal... Se hizo lo que se pudo y se iba por el buen camino. Había una justificación suficiente, aunque los detalles sean imposibles de describir al cien por cien y haya cosas que es mejor dejar en la sombra.
Se han dejado llevar por la ilusión. He aquí el optimismo congénito que insufla Zapatero. “Lo deseo fuertemente, cógito, lo tengo que hacer así”. Allá ellos con su infantilismo, lo malo es que tiene consecuencias graves para todos los demás.
En la siguiente respuesta simplemente miente descaradamente. Fuimos muchísimos, unos tontos y otros listos, los que dijimos desde el primer día que así no era posible, que estaban profundamente equivocados si se pensaban que podían acordar algo con esos, que les pedirían lo que no tenían para darles, y especialmente sin contar ni siquiera con la comprensión del partido que representaba a casi la mitad del electorado.
Es un lugar común que el nacionalismo radical está infiltrado en el PNV, lo del Sr. Eguiguren es una sinvergüenzada más de quien, más que un socialista, parece un infiltrado nacionalista en las filas del PSE.
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