Tanto Ibarretxe como otros muchos sedicentes demócratas nacionalistas, llevan días, en la prensa y en los blogs, dando la chapa con un gobierno fuerte; eso se puede discutir, pero lo gracioso es que lo están pidiendo tras gobernar diez años en minoría y justo al perder la posibilidad matemática y fáctica de poder volver a conseguirlo.
No se entiende que si tan claras son las ventajas de un gobierno de 55 sobre otro con menos respaldo parlamentario no se decidan por la reclamación de lo que es consecuente con ello: un gobierno de 75. Así con un par, todos juntos y en unión tras la bandera de la santa tradición que tanto les gusta.
Han pasado justo 15 días desde las elecciones y ha sido tiempo suficiente para haber refrescado las ideas sobre el sistema democrático que tenemos en el paisito. Debieran haber comprendido que el sistema concede más valor a los alaveses que a los guipuzcoanos, y a estos más que a los vizcaínos; está así y ha valido 30 años.
Por culpa de la ley electoral los vascos no somos homogéneos, así que no se nos debe sumar alegremente, pues sale cualquier cosa menos la voluntad de los vascos. La voluntad de los vascos, a los efectos de dotarnos de un gobierno la representan 75 parlamentarios iguales.
Es en ese punto donde me pierdo con los razonamientos de los nacionalistas.
Treinta tienen derecho a formar gobierno y 38 no. Cincuenta y cinco es perfecto pero 68 no es el número bueno y 75 no hacen falta.
Señores, lo que hemos acordado y, mientras no lo cambiemos por algo que diga que quien debe gobernar es siempre un nacionalista, se precisan 38 votos de 75 para elegir presidente, y luego para gobernar ya no se necesitan esos 38.
Lo que se necesita es más votos a favor de las leyes que en contra, eso suponiendo que sea imprescindible producir leyes, pues ya nos valdría con cumplir y hacer cumplir cabalmente todas las que tenemos.
Ayer sábado publicaba El Correo una carta de un lector, personalmente tengo el gusto de conocerle y sé de su buen criterio. Propone un gobierno de PNV-PSE-PP, asignando incluso carteras. Creo que a M.Á. le guía igual propósito que a este humilde servidor; introducir algo de racionalidad en la discusión política del paisito y poner frente a la demagogia el espejo de los intereses reales de cada cual.
Salud
No se entiende que si tan claras son las ventajas de un gobierno de 55 sobre otro con menos respaldo parlamentario no se decidan por la reclamación de lo que es consecuente con ello: un gobierno de 75. Así con un par, todos juntos y en unión tras la bandera de la santa tradición que tanto les gusta.
Han pasado justo 15 días desde las elecciones y ha sido tiempo suficiente para haber refrescado las ideas sobre el sistema democrático que tenemos en el paisito. Debieran haber comprendido que el sistema concede más valor a los alaveses que a los guipuzcoanos, y a estos más que a los vizcaínos; está así y ha valido 30 años.
Por culpa de la ley electoral los vascos no somos homogéneos, así que no se nos debe sumar alegremente, pues sale cualquier cosa menos la voluntad de los vascos. La voluntad de los vascos, a los efectos de dotarnos de un gobierno la representan 75 parlamentarios iguales.
Es en ese punto donde me pierdo con los razonamientos de los nacionalistas.
Treinta tienen derecho a formar gobierno y 38 no. Cincuenta y cinco es perfecto pero 68 no es el número bueno y 75 no hacen falta.
Señores, lo que hemos acordado y, mientras no lo cambiemos por algo que diga que quien debe gobernar es siempre un nacionalista, se precisan 38 votos de 75 para elegir presidente, y luego para gobernar ya no se necesitan esos 38.
Lo que se necesita es más votos a favor de las leyes que en contra, eso suponiendo que sea imprescindible producir leyes, pues ya nos valdría con cumplir y hacer cumplir cabalmente todas las que tenemos.
Ayer sábado publicaba El Correo una carta de un lector, personalmente tengo el gusto de conocerle y sé de su buen criterio. Propone un gobierno de PNV-PSE-PP, asignando incluso carteras. Creo que a M.Á. le guía igual propósito que a este humilde servidor; introducir algo de racionalidad en la discusión política del paisito y poner frente a la demagogia el espejo de los intereses reales de cada cual.
Salud
1 comentario:
Que sí, que la "lógica" dice que el partido más votado debiera ser el gobernante. Que sí, que lo "normal y plural" sería una representación en el Gobierno vasco de nacionalismo y no nacionalismo. Que sí, que el PNV subió de votos (a costa del resto de sus socios del último gobierno). Vale, todo esto está muy bien pero esta vez... esta vez va a ser que no. Va a ser que, aún en minoría, un partido que no se declara nacionalista y que presume de "defender la Constitución" va a tomar la iniciativa. Y lo va a hacer apoyándose, en la investidura, en el PP (esa derechona "filofascista" y horrible,... a saber).
En lo referente a la ley electoral, ¿qué quieren que les diga? Cuando se trata de pactos PSOE-IU (y lo que haga falta) para desbancar a Aguirre en Madid, entonces esta ley "está muy bien". Al igual que cuando se trata de formar un pentapartito para impedir que el PP gobierne en las Islas Baleares... o en Galicia (aquó con dos basta) o en Calatuña (aquí es un trío... "de ases").
LO más tremendo de todos estos debates es que, en el fondo, no son tales (no son debates, quiero decir). Son exabruptos oportunistas de los partidos políticos que surgen cuando las cosas no salen como ellos quieren. Exabruptos pagados con nuestro dinero, quede claro.
Un fuerte abrazo.
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