domingo, abril 01, 2007

QUE SE SEPA


Publicaba ayer el correo un artículo de Joseba Arregi, que bajo el título de “La lucha por el relato”, se preguntaba por el relato o la memoria que del final del terrorismo de ETA quedará para la historia.

Analiza diferentes finales que no tienen el mismo significado, para la dignidad de las víctimas, “Puede significar otras cosas: la redefinición del Estatuto de Gernika desde la experiencia vivida del terror de ETA, desde la memoria de los asesinados por ETA, desde la memoria de los asesinados en nombre de un determinado proyecto político que ha quedado invalidado en cada uno de los asesinados.”

Es por eso la urgente necesidad de un consenso para que los demócratas tengamos previsto un relato del final de ETA. Debiera incluir este acuerdo a poder ser al PNV, pero sobre todo al partido que gobierna y al único que puede gobernar.

Copio los párrafos finales del artículo publicado en El Correo el pasado 31-03-2007

“Por supuesto que hay intereses electorales en cada partido: si la apuesta por la desaparición de ETA sale bien, Zapatero y su formación salen electoralmente beneficiados. Y si fracasa, el PP puede salir beneficiado. Pero más allá de esos intereses electorales, en la posición de cada partido se encuentran elementos importantes para el adecuado relato del fin de ETA: no habría necesidad de relato si ETA no desapareciera. Y es bueno que en el relato haya lugar para que ese fin sea resultado de la acción del Estado de Derecho: por la acción derivada del Pacto antiterrorista, por la actuación policial y judicial y por la legalización de Batasuna. Y también para la acción del Gobierno aprovechando la oportunidad de acelerar el fin de ETA. Es el Estado de Derecho el que lo consigue.

Pero también es bueno que en el relato quede claro que el Estado de Derecho ha derrotado a

ETA; que la frase de que la política puede ayudar al fin de ETA no significa nada que incluya contenidos políticos constitucionales o estatutarios. Ni siquiera el cumplimiento de posibilidades constitucionales vinculadas a la desaparición de ETA. Y sobre todo es no sólo bueno sino necesario que el relato de la desaparición de ETA se articule sobre el eje de la verdad de las víctimas, de la memoria de los asesinados, que lo fueron por ser estorbo en el camino de la consecución de un determinado proyecto político, en el camino de la deslegitimación radical del Estatuto de Gernika, del espíritu estatutario.

La lucha por el relato, la lucha por la memoria es de vital importancia para la construcción del futuro de Euskadi, de la sociedad vasca. No es una mera cuestión de sentimiento de dignidad.

Es una cuestión mucho más que psicológica y sentimental. Es una cuestión de ir construyendo la verdad social que permita y posibilite que la sociedad vasca sea más libre y supere los años de plomo, los años de olvido, los años de sometimiento, los años de indignidad, los años de mirar al otro lado, los años de ocultamiento: de las víctimas y de los verdugos. Ésa es la lucha, la lucha por el relato, hoy más importante que nunca.”

Que haya memoria de lo sufrido y que se sepa de las ingratitudes de tantos que parecieron no vivir en el país en los años de plomo, en los que un asesinato no significaba, en muchos casos, ni un suelto en las páginas interiores de los periódicos. No vaya a ser que una vez más la culpa sea de las víctimas.

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