He leído en el blog amigo, http://sopelana-erikenea.blogspot.com/ una intervención de una tal Cristina que me dejó pasmado al principio y que no puedo dejar de reflexionar sobre ella. El tema era sobre el sistema de sorteos para la adjudicación de los pisos de VPO, protegidos y demás.
El blogero lo criticaba por el espectáculo, yo le llamaré circo sin que sea menospreciar a éste, y la intervención de Cristina defendía el sistema y llegaba a calificarlo de un sistema de justicia distributiva, aunque limitado.
El blogero lo criticaba por el espectáculo, yo le llamaré circo sin que sea menospreciar a éste, y la intervención de Cristina defendía el sistema y llegaba a calificarlo de un sistema de justicia distributiva, aunque limitado.
El que a la justicia se la represnte ciega no quiere decir que deba dictar sentencias basándose en el azar.
Una reacción espontánea fue colgar en el blog una intervención corta, incluso con faltas de ortografía, pero es que no se me alcanza la relación entre la diosa fortuna, la justicia social y un a quién Dios se la de que el Sr. Madrazo (consejero de vivienda del Gobierno Vasco) le haga entrega de las llaves.
Todo esto no sale ya en el nodo de la quincena, pero a cambio es portada en los teleberris del día, con los jóvenes saltando de alegría por la visita de la fortuna y con otros miles que confían en que otro día, en otro polideportivo les sea más favorable.
Si Cristina supiera algo de loterías y de sorteos benéficos, hubiera entendido que desde su origen, todas las loterías, rifas de la caridad, boletos en combinación con la ONCE para los viajes de estudios de los niños, etcétera, no tienen otra finalidad que la de recaudar fondos, nunca lo es entregar un premio, mucho menos distribuir justamente un bien.
Si Cristina supiera algo de loterías y de sorteos benéficos, hubiera entendido que desde su origen, todas las loterías, rifas de la caridad, boletos en combinación con la ONCE para los viajes de estudios de los niños, etcétera, no tienen otra finalidad que la de recaudar fondos, nunca lo es entregar un premio, mucho menos distribuir justamente un bien.
Si en este sistema no hay afán recaudatorio hay que preguntarse qué se esconde, detrás de esa parafernalia y ese espectáculo. A mi modo de ver se esconde un muy especial afán recaudatorio.
El afán de mantener contentos y esperanzados a miles y miles de ciudadanos a los que no se les hace justicia, en la expectación de que algún día se hará con el pisito. Esto es, "un medio de aumentar el erario público” * (la credibilidad del sistema y la del Sr. Madrazo) “sin quebranto de los contribuyentes” * (sin gastar más en hacer más pisos ni calificar o expropiar suelo para ellos).
(*) fines que se le asignaban a la lotería en el decreto de su creación en 1812
Todo un hallazgo y la gente a tragar.
Todo un hallazgo y la gente a tragar.
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