Falacias vendo que para mi YA tengo, bien pudiera ser un nueva versión del refrán aplicado en este caso al gobierno del paisito.
Tras agotar el plazo máximo previsto para la promulgación de una ley, el gobierno ordenó la publicación en el Boletín Oficial del País Vasco de hoy la ley aprobada el pasado 27 en el Parlamento de Vitoria, que pretende regular la última ocurrencia nacionalista.
El motivo del retraso no ha sido un olvido ni una imposibilidad física, ha sido simplemente un cálculo ruin mediante el que las mentes estrechas de los personajes que nos “desgobiernan” han querido restarle tiempo al contrario para que no pudiera impugnarlo y el Tribunal Constitucional tomar razón sobre su idoneidad.
Hasta aquí una de marrullería de aldeanos, lo típico de unos gobernantes y de unos partidos que los apoyan eminentemente ruralistas.
Lo verdaderamente impresentable es la falacia que nos contó hoy el gobierno, en pie ante los periodistas sentados: si el Tribunal Constitucional no dicta sentencia entes del día 15 de Septiembre será un fraude y una burla al PUEBLO VASCO (parece que cuando lo nombran los nacionalistas lo hacen así, con mayúsculas, arrojándoselo al interlocutor).
Esa es la gran falacia del poder totalitario, ordena a quién no tiene obligación alguna de obedecerle, para que parezca que los demás obran en contra de la ley, y por si la ley no fuera suficiente, aún les queda el recurso al pueblo soberano, cómo si esto fuera algo superior al ordenamiento jurídico.
País
Tras agotar el plazo máximo previsto para la promulgación de una ley, el gobierno ordenó la publicación en el Boletín Oficial del País Vasco de hoy la ley aprobada el pasado 27 en el Parlamento de Vitoria, que pretende regular la última ocurrencia nacionalista.
El motivo del retraso no ha sido un olvido ni una imposibilidad física, ha sido simplemente un cálculo ruin mediante el que las mentes estrechas de los personajes que nos “desgobiernan” han querido restarle tiempo al contrario para que no pudiera impugnarlo y el Tribunal Constitucional tomar razón sobre su idoneidad.
Hasta aquí una de marrullería de aldeanos, lo típico de unos gobernantes y de unos partidos que los apoyan eminentemente ruralistas.
Lo verdaderamente impresentable es la falacia que nos contó hoy el gobierno, en pie ante los periodistas sentados: si el Tribunal Constitucional no dicta sentencia entes del día 15 de Septiembre será un fraude y una burla al PUEBLO VASCO (parece que cuando lo nombran los nacionalistas lo hacen así, con mayúsculas, arrojándoselo al interlocutor).
Esa es la gran falacia del poder totalitario, ordena a quién no tiene obligación alguna de obedecerle, para que parezca que los demás obran en contra de la ley, y por si la ley no fuera suficiente, aún les queda el recurso al pueblo soberano, cómo si esto fuera algo superior al ordenamiento jurídico.
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