En la foto que traigo de El País se ve, a las órdenes del consejero Madrazo, claramente desorientados a los que se dicen representantes del tripartido.
Acabáramos; tanto derecho a decidir y tantas gaitas para que al final, a la hora de la verdad, cuando se trata de poner negro sobre blanco en el papel de la alegación vaya el mocetón Egibar y afirme que es una toma de datos para que el gobierno de Ibarretxe se oriente, que encuentre el norte. Eso sí, a la hora de la rueda de prensa, cargan otra vez las tintas y llegan a decir que si no hay erreferendua es que no existe la democracia verdadera.
Un gobierno que anda desnortado y aún no se explica cómo tras desautorizarle su plan las cortes generales, los vascos no sólo no castigamos a los “partidos españoles que quieren la destrucción de euskadi”, sino que ellos mismos sufrieron una buena pérdida de apoyos.
Desde ahí les viene la desorientación a los nacionalistas que nos gobiernan.
Ibarretxe aún no se entera cómo pasó la época gloriosa de la “construcción nacional” iniciada en los nefastos pactos de Estella, donde el PNV pactó con ETA el diseño de la política del gobierno y la persecución a los partidos no nacionalistas.
Aquello no podía funcionar y hubo nacionalistas que lo reconocieron, unos se dieron de baja como militantes y otros intentaron reconducir la política del PNV por caminos democráticos. Ahora están ya fuera de la política e Ibarretxe sigue sin orientarse.
País
Acabáramos; tanto derecho a decidir y tantas gaitas para que al final, a la hora de la verdad, cuando se trata de poner negro sobre blanco en el papel de la alegación vaya el mocetón Egibar y afirme que es una toma de datos para que el gobierno de Ibarretxe se oriente, que encuentre el norte. Eso sí, a la hora de la rueda de prensa, cargan otra vez las tintas y llegan a decir que si no hay erreferendua es que no existe la democracia verdadera.
Un gobierno que anda desnortado y aún no se explica cómo tras desautorizarle su plan las cortes generales, los vascos no sólo no castigamos a los “partidos españoles que quieren la destrucción de euskadi”, sino que ellos mismos sufrieron una buena pérdida de apoyos.
Desde ahí les viene la desorientación a los nacionalistas que nos gobiernan.
Ibarretxe aún no se entera cómo pasó la época gloriosa de la “construcción nacional” iniciada en los nefastos pactos de Estella, donde el PNV pactó con ETA el diseño de la política del gobierno y la persecución a los partidos no nacionalistas.
Aquello no podía funcionar y hubo nacionalistas que lo reconocieron, unos se dieron de baja como militantes y otros intentaron reconducir la política del PNV por caminos democráticos. Ahora están ya fuera de la política e Ibarretxe sigue sin orientarse.
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