Aquí, al lado del lugar, en Guecho, un grupo de malos se permitió insultar y perseguir a los concejales del grupo mayoritario del pueblo.
Hasta ahí lo normal, lo de casi cada día. Ya está escrito que este año las "jaiak bai" vienen más cargadas de "borroka ere bai" que los últimos años.
A la par tenemos que los que gobiernan ponen menos empeño que nunca en que las fiestas trascurran por cauces civilizados. No es el menor el hacer observar la necesaria policía en la venta de alimentos y bebidas, pero tampoco en lo demás como la utilización de mobiliario urbano para colocar carteles y pancartas cuando menos ofensivas para la inmensa mayoría de los vecinos, cuando no directamente constitutivas de delitos de enaltecimiento del terrorismo.
Ningún alcalde manda retirarlas.
Lo que ya clama es que se tenga que señalar como una hazaña el que la policia local se haya interpuesto, cual fuerta neutral, entre los amenazados y los amenazantes. Al Sr. Alcalde de Guecho le parece ello "divino de la muerte" como diría cualquier pijo de su barrio, y no le extraña que no se haya identificado a ningún agresor.
Me consta la calidad humana y política del portavoz del PSOE y se aprecia en su comunicado.
País
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