martes, enero 18, 2011

Pensar otro final, Comer, cenar

Hay hoy dos artículos importantes sobre el tema que nos ocupa a diario en el paisito; si habrá comunicado final, cuando y a cambio de qué.

Dos importantes pensadores y conocedores del tema, escriben en El País de hoy y no quiero pasar sin dejar constancia en este rincón de lo necesario que es leerlos y como bine dice Santiago González en su blog, que los lean quienes están haciendo declaraciones extrañas y no sé si además tomando decisiones equivocadas.

Eduardo Uriarte, gerente de la Fundación para la Libertad escribe bajo el título de Comer, cenar … cosas como lo que sigue: Si desde instancias gubernamentales se da lugar a equívocos, la volveremos a pifiar. No se puede comer con los que apoyan una determinada política que está dando los resultados precisos y cenar con quien niega validez a uno de los instrumentos más útiles en esa política para que ETA acabe, si no ha acabado ya, como es la ley de Partidos. Los equívocos en la política frente al terrorismo en toda latitud han sido fuente de inconvenientes para que éste finalice.

Hoy no hay "proceso", aunque haya procesión. Lo de ahora consiste en que ETA se liquide y, si no, que Batasuna condene el terrorismo de ETA si quiere ir a las elecciones. Así de sencillo, así de claro, sin mediadores ni fanfarrias, sin premio por dejarlo. Todos los discursos que desde instancias políticas se realicen lo único que producen es una mayor movilización del mundo de ETA, que ya nos ha planteado todo un calendario de ellas, para resurrección de toda su gente, incluidos sus difuntos.

José María Ruiz Soroa escribe también en El País otro artículo titulado Piénsenlo otra vez, con párrafos tan significantes como:

¿Y si lo pensáramos de otra forma? ¿Por qué no pensar el final del terrorismo como un proceso largo, confuso y sucio, carente de momentos estelares y de comunicados determinantes? Un proceso en el que es el Estado de derecho el protagonista único, y ETA la materia inerte sobre la que caen sus golpes. Un proceso que no busca reintegrar a nadie a la democracia, porque la democracia se siente tan superior como para saber que ya vendrán tarde o temprano. Una democracia que no se siente incompleta ni defectiva porque falten algunos, sino que se siente cualitativamente superior precisamente porque les excluye. En ese proceso no se espera de ETA nada, ni siquiera que asuma su derrota, porque no es ella la protagonista de su final, ni desde luego lo va a escribir ella.

Un proceso que suena raro, lo reconozco. Pero solo porque no lo pensamos de nuevo.

País

3 comentarios:

Gulliver dijo...

Estupendos artículos. Excepcional, en mi opinión, el de Ruiz Soroa

Rubín de Cendoya dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Rubín de Cendoya dijo...

Gulliver, a Ruiz Soroa le vengo siguiendo desde hace muchos años, tanto en la prensa como en conferencias en Bilbao y no recuerdo que nunca me defraudase un escrito suyo. Memorable las Seis tesis contra el Plan Ivarreche un panfleto político.

Creo que es la persona, quizás junto con Joseba Arregi que más nítidamente explica la simbiosis de fines dentro del nacionalismo.

Mi amigo Teo, con sus sentencias cortas explica muy bien esa imposibilidad de comer con unos y cenar con los contrarios. Su teoría de que ETA ya se terminó, pero que en realidad la mantenemos viva con nuestra atención me parece muy lúcida.

Saludos