Recién llegado Rodríguez Zapatero a la presidencia del Gobierno de España, se preocupó porque el parlamento autorizara unas genéricas negociaciones con ETA. Una especie de acuerdo de Estella en Madrid.
Esa resolución sigue vigente a pesar del fracaso de aquella vergonzante negociación emprendida primero por el PSE y posteriormente de forma más oficial por el propio Gobierno de España, dando cuenta de la misma, de manera vergonzante, en el pasillo del parlamento; no en un pleno ni en comisión ni siquiera en junta de portavoces.
Hoy, con 12 asesinatos más en el debe de ETA, cuando el gobierno dice que no hay nada que negociar salvo que sea el día y el lugar de la entrega de las armas, sigue vigente la dichosa e innecesaria resolución parlamentaria que escenificó la peor de las divisiones entre los partidos democráticos españoles y que sólo sirvió para darle más fuerza a ETA, pues visualizaba a un contrincante en la negociación sumamente debilitado.
Será un llamamiento perdido por predicarlo en el desierto, (la oposición no está, sólo espera el paso del tiempo sin hacer ningún ruido que pueda molestar) y a los demás ni se les espera, pero debiera dejarse sin efecto aquella indigna resolución parlamentaria que venía a reconocer como interlocutor del gobierno a una banda terrorista.
País
No hay comentarios:
Publicar un comentario