lunes, agosto 31, 2009

Este fin de semana creo que ha sido pródigo en buenos artículos de opinión; voy a destacar tres que seguro que ya los leyeron, pero quiero dejar un recuerdo de los mismos, y si alguien se anima no se arrepentirá de su lectura.

El sábado, el profesor Gregorio Peces Barba se despachaba en El País con un sorprendente artículo en el que criticaba con razón a la oposición al gobierno, seguro que ninguno estará de acuerdo, pero la independencia de D. Gregorio le facultó para decir verdades en su artículo titulado Un compendio de errores y engaños.

Empiezo por el desprecio a la legalidad de grupos políticos catalanes, excepto el PP, que amenazan y desautorizan a priori el resultado que produzca la sentencia del Tribunal Constitucional sobre la reforma del Estatuto de Cataluña, demostrando una inmadurez, una ignorancia, una falta de rigor e incluso una tendencia a la prevaricación que les descalifica. Su desprecio al Alto Tribunal es un desprecio a las reglas del juego limpio, e ignorancia y mala fe sobre nuestro sistema constitucional. Beneficiarse de él cuando creen que favorece y descalificarlo cuando creen que perjudica es mezquino y expresa una falta de rigor y de grandeza.

Del lado del PP es insólita su huida hacia delante lanzando improperios y acusaciones gravísimas e infundadas, porque no aparece intención de probarlas ni de presentar pruebas que las fundamenten. Es un gratuito "¡Viva Cartagena!" que convierte a sus dirigentes en lanzadores de palabras sin sentido, al usar el lenguaje más allá de los límites en los que es significativo. Wittgenstein, en sus Philosophical Investigations, identificará certeramente esos comportamientos en los que el lenguaje "se va de vacaciones y empieza a operar locamente, como una turbina que girase en el aire fuera de sus engranajes".

El correo de hoy, dedica su página central a Fernando Savater y a Manuel Montero. Savater en un artículo titulado Lo popular y lo cívico se centra en la educación para la ciudadanía y la situación en el país vasco.

Por supuesto, lo más popular de lo popular es el cinismo del doble rasero. Los mismos partidarios de la fiesta sí y la lucha también se escandalizan cuando la autoridad acepta la lucha e impide la exaltación de etarras y el resto de propaganda criminógena. Eligen para lanzar el chupinazo a cualquiera próximo a la piara etarra (cabezudo o cabezón, da igual), es decir, por razones políticas, pero se indignan de que otros protesten ante semejante elección y traten de obstaculizarla: ¡Están politizando las fiestas! Blusas, charangas y otras manipuladas panderetas consienten carteles que amenazan a quien no les gusta y crean un ambiente irrespirable para cualquier proclama adversa a su riguroso ideario (suele haber pocas pancartas que proclamen 'Fuera ETA' o 'Viva la Ertzaintza'), pero si se les aplica legalmente su propia medicina se encabritan de dignidad ofendida: ¡Queremos libertad de expresión! Vaya, así que libertad de expresión: hay que j... jubilarse.

Manuel Montero hace un artículo memorable bajo el título de Estajanovismo gubernamental; con el mejor humor que le conozco al ex rector de la UPV dice cosas tan serias como lo siguiente.

Trabajar, trabajar y trabajar, son los verbos que más utiliza para referirse a la actividad política socialista. «Vamos a trabajar para no llegar a los cuatro millones de parados», dice un día. Y otro: «El Gobierno está trabajando intensamente para poner en marcha una Ley de Economía Sostenible». Se ha comprometido a: «trabajar codo a codo con Montilla», «Trabajar por el fin de la violencia», «trabajar por una España cohesionada», «trabajar para que Cataluña tenga unas infraestructuras de primera». Sale del G-20 y lo dice: «Queda mucho trabajo por hacer». ¿Qué le propone al PP? «Trabajar juntos por España, por la economía y por el empleo». Y así discurso tras discurso. No ofrece 'sangre, sudor y lágrimas', sino 'trabajo, trabajo y trabajo', con la diferencia de que lo de Churchill era para toda la ciudadanía y las penas de ZP son sólo para el Gobierno. En eso salimos ganando.

Este estajanovismo, basado en la idea de que nos redimirá con su entrega, tiene efectos fatales. Algunos se han visto este verano. ZP y los ministros se han ido de vacaciones como en plan clandestino, procurando que no se vea. Que la gente no piense que descansan, con lo que está lloviendo.

Quedan lejos los tiempos de Aznar, que se iba a Oropesa, le sacaban fotos en la playa y el país respiraba tranquilo. Otro estilo, menos cartujiano.

Espero que les haya picado la curiosidad, seguro que sacan provecho de su lectura.

Salud

2 comentarios:

J. Rogelio Rodríguez dijo...

Gracias por diculgar estos artículos. La verdad es que no tienen desperdicio.

Conocía el de Peces-Barba y, esté más o menos de acuerdo con él, coincido contigo en que Don Gregorio es una voz independiente. Una voz propia.

Ahora bien, el artículo de Fernando Savater y a Manuel Montero (no lo había leído) es muy interesante.

UN abrazo.

J. Rogelio Rodríguez dijo...
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